22 mayo 2006

''La ley televisa, retroceso para México''

FERNANDO CAMACHO Y PAULA MONACO

El nuevo escenario de gobiernos latinoamericanos con perfil progresista no ha significado hasta ahora un cambio en las telecomunicaciones de esos países ante la necesidad de reconocer a los medios comunitarios, señaló la chilena María Pía Matta, vicepresidenta de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) para América Latina y el Caribe.

Con motivo de su participación en la sexta Bienal Internacional de Radio, Matta manifestó a La Jornada que no obstante su carácter de izquierda, muchos gobiernos de la región ''tienen temor y les cuesta mover las cosas para no incomodar a los empresarios" que se han beneficiado, entre otros instrumentos económicos, de los tratados de libre comercio.

Aunque subraya que la legislación latinoamericana para medios sin fines de lucro es ''ridícula", la también periodista señala la existencia de algunas iniciativas para incorporar lo comunitario en un ámbito de legalidad.

''En Uruguay, con (el presidente) Tabaré Vázquez, hay conversaciones para armar una ley mejor de la que hay. Si algo se movió en Bolivia con una presidencia indígena y en Chile con la primera presidenta mujer, tendrán también que moverse cuestiones más ciudadanas. Si no, habrá gobiernos nuevamente presidencialistas, verticalistas, donde alguien resuelve y manda, pero no hay diálogo ni democracia que nos sirva en lo cotidiano", apunta.

Haití cuenta con 10 estaciones

A manera de balance, Matta señala que las radios comunitarias han avanzado conceptual y prácticamente pese a las dificultades económicas y los prejuicios.

''Los gobiernos latinoamericanos tienen mucho dinero para invertir en las propias campañas y en grandes conglomerados, pero ninguno invierte en medios independientes y comunitarios.''

Entre todos, destaca los casos de las emisoras La Tribu (Buenos Aires) y La Luna (Quito), pero se detiene en el trabajo de AMARC en el Caribe. Relata con orgullo que Haití tiene 10 radios comunitarias, pese a que ''existe una política directa de la embajada estadunidense respecto de aquéllas que no aceptan su visión sobre lo que ha ocurrido en el país", cuestión que AMARC presentará ante la Organización de Estados Americanos.

Ante la pregunta sobre la ley Televisa, Matta responde: ''Consideramos que es un retroceso espantoso, una involución política, democrática y social para México.

''El espectro radioeléctrico digitalizado queda en manos privadas. Eso es un escándalo y es volver al feudalismo."

Desde ahora, explica, habrá que ver si Televisa quiere arrendar espacios y en cuántos millones de dólares. ''En Latinoamérica los gobiernos, que tienen obligación de incluir propuestas educativas e independientes, licitan frecuencias y las compran algunas personas para después venderlas.

''Hoy, cualquier frecuencia en una capital de América Latina cuesta 7 millones de dólares. ¿Cómo una organización social podría tener ese dinero?'', deplora, aunque mantiene esperanzas de que el próximo gobierno de México revierta la decisión.

http://www.jornada.unam.mx/2006/05/20/a04n2cul.php