16 mayo 2006

PUEBLOS DEL MUNDO

Mayo de 2006

PUEBLO DE MÉXICO
ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES
MEDIOS DE COMUNICACIÓN ALTERNATIVOS
A LOS TRES PODERES FEDERALES DE MÉXICO
PUEBLOS DEL MUNDO


La libertad de expresión es un derecho inalienable e imprescindible de todos lo seres humanos que protege la libertad de comunicar y recibir ideas e información por cualquier medio, sin limitación de fronteras que fortalece en gran medida el desarrollo de las sociedades y los procesos democráticos de la misma, al tener a la mano los conocimientos que le permitan tal crecimiento. No por nada el Derecho a la Libertad de Expresión es uno de los Derechos Humanos consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 19.

Una vez más la legitimidad se ve enfrentada a la legalidad. La clase política de México ha confirmado su vocación de servicio y sumisión ante a la clase empresarial al dar paso y aprobar a oídos sordos la actual reforma de ley en materia de radio y televisión (popularmente llamada “Ley Televisa” o Ley de las “tres ‘t’ –Televisa, Televisión Azteca y Telmex -Telcel). No es un simple cambio de forma: lo que se proclamó como un documento que cobija los “avances” en materia de tecnología y un paso al “progreso político” al sustituir la discrecionalidad con que el ejecutivo otorgaba concesiones por el mecanismo de subasta pública, no es más que la mercantilización y privatización y de lo que es un patrimonio de la nación y que por lo tanto debe responder a los derechos y necesidades del pueblo mexicano.

Frecuencia Libre, como radio comunitaria, no exige legalidad, pues tenemos toda la legitimidad que nos permite y hasta nos reclama, como responsabilidad social ciudadana, nuestra presencia en el cuadrante. Las radios comunitarias tienen su esencia en la comunidad misma, ponen en evidencia la diversidad de pensamientos y quehaceres que en ella coexisten y exponen necesidades sociales que no se escuchan en los medios comerciales y menos aún en los gubernamentales. Pero no es un simple ser diferentes, conlleva también intereses, objetivos, elementos de identidad, responsabilidad social y ética inmediata como comunicador@s y vecin@s, y una verdadera preocupación por la comunidad a la que servimos y pertenecemos. Por ello reiteramos: No exigimos legalidad, pero sí tenemos el derecho a decir que cualquier Estado que pretenda hablar de democracia, deberá primero dar protección al ejercicio libre del pensamiento y a expresarlo también libremente. Esta responsabilidad debe estar contemplada en una ley que garantice la coexistencia de opiniones diversas y de manera aún más urgentemente a las que devienen de la propia sociedad. Debe actuarse bajo un principio social y de derecho básico: la ley debe ser una garantía social y no un mecanismo de control.

Por ello es urgente un pronunciamiento público ante el riesgo que implica la aprobación de dichas reformas a la ley.

Hemos visto de qué manera el Congreso de la Unión pisotea su propia dignidad, y de paso la Soberanía Nacional, al dar carácter de mercancía privatizable y a un bien público tan importante y estratégico como lo es el espectro radio eléctrico. El negocio que pretende cometerse es comparable al de la privatización de Pemex, sólo que aquí no se llevan el petróleo, sino que pretenden adueñarse de las mentes y corazones a través del control mediático que hoy ya ejercen los grandes medios de
comunicación (principalmente Televisa y Televisión Azteca, así como Telmex - Telcel) y que la reforma pretende fortalecer, al plantear que será dueño de concesiones y permisos aquel que más dinero ofrezca por ellos, dejando de lado los pequeños medios y, entre ellos, a las radios comunitarias, educativas y culturales. Y lo que es más importante: esta reforma margina las diferencias de opinión que se manifiestan en la propia sociedad y nos deja a merced de la ideología dominante divulgada por los medios, que ya de facto ejercen su control.

Es evidente que las esta ley no obedece al interés nacional, ya que los Diputados y Senadores dejaron de lado todo el trabajo que se había realizando para lograr una ley que fuera tal vez más justa y democrática, se habían llevado a cabo foros y consultas con especialistas y gente interesada en el tema que quedaron hechas a un lado a la hora de aprobar esta ley que no recogió todo aquel esfuerzo, una ley que camina en sentido diferente.

Unanimidad ciega imperó en la cámara de diputados, mayoriteo sin diálogo prevaleció en la Cámara de Senadores que no aceptó, por racionales que fueran los argumentos en contra, que esta ley tenía demasiadas deficiencias. Se ha hablado ya de la inconstitucionalidad en la que se enmarca y de ello mismo se abre la posibilidad del procedimiento de controversia constitucional, y esto mismo nos deja claro el grado de desconocimiento de l@s congresistas en el tema de la reforma o, peor aún, de la propia Constitución. Hoy la dedocracia se ejerce no en la sucesión presidencial, sino en la reforma de las leyes. Con un dedo en alto se vota contra México por favores virtuales del poder mediático en tiempos electorales.

Garantías de equidad es lo que se requiere, no iniciativa privada controlando a la opinión pública. Garantías que permitan la reconstitución y autodeterminación de los pueblos indígenas, al poseer y controlar sus propios medios de comunicación. Garantías que permitan a las mujeres alcanzar niveles de igualdad en su vida personal y profesional; y salir de ese estigma de subordinación ampliamente difundido hoy en Televisa y Televisión Azteca. Garantías a los niños y niñas de crecer en un ambiente libre de violencia y sexo, que es lo que ofrece actualmente la televisión. Garantías de que un medio de comunicación fortalezca el acervo cultural de un pueblo y no que lo manipule. Garantía de que en el cuadrante de radio y en la televisión se pueden escuchar voces que no son cómplices del Estado y que no te venden nada. Garantías del pensamiento libre y de la libertad de expresión, Garantías, en suma, de que los medios de comunicación no reduzcan la conciencia a lo que la oligarquía dictamine, sino a los derechos y necesidades prioritarias de la población.

L@s Ciudadan@s exigimos a l@s autodenominad@s representantes respeto a nuestros derechos, porque dichos representantes se olvidan a quien deberían representar y por ello es importante e imprescindible que ciudadan@s participen en los procesos de otorgamiento de concesiones y permisos para el uso de las frecuencias de manera que el procedimiento sea transparente y justo, pero antes deben el Congreso de la Unión, el Poder Ejecutivo y la Suprema Corte de Justicia de la Nación cumplir con su responsabilidad. Responsabilidad de respetar en la reforma los derechos del pueblo mexicano en materia de democracia, justicia social, derechos humanos, equidad de género, desarrollo y libertad de expresión.

La ciencia y la tecnología deben su fin último al beneficio de la humanidad. Por ello mismo consideramos inadmisible que se pretenda que sólo beneficie a los dueños del capital. La conversión digital o la subasta pública deja fuera de toda posibilidad a los medios comunitarios.

Hoy nuestra situación legal es un riesgo para nuestra existencia como medio, pero el futuro se muestra mucho más crudo, pues se pretende que no haya ningún modo para que las radios comunitarias, a pesar de toda su legitimidad, obtengan la legalidad.
Debido a ello, solicitamos a la población su apoyo para no permitir esta atrocidad y a que esté atenta para no permitir el robo que se plantea por la “ley televisa” y no dejar que el gobierno foxista deje asegurada la permanencia de dicha ley.
Finalmente, Reclamamos a los tres poderes de la Nación hacer uso digno de su cargo de representantes del pueblo Mexicano. Son demasiadas traiciones en muy poco tiempo. No atenten ustedes mismos contra las instituciones.


¡Nuestros derechos, nada más, pero tampoco nada menos!

Colectivo Frecuencia Libre 99.1 FM
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.

http://chiapas.mediosindependientes.org/display.php3?article_id=122284