20 julio 2006

El Mercurio devoró a dos diarios: El Sur y Crónica de Concepción

El desempleo amenaza a los periodistas mayores de 50 años de El Sur de Concepción, desde que El Mercurio perfeccionó -el 30 de junio- la compra del 50% de la empresa editora Diario El Sur S.A., que también publica el vespertino Crónica. La nueva administración cerró la corresponsalía en Santiago, despidiendo a cuatro periodistas de planta, más una media docena de colaboradores permanentes.

El Mercurio crece, mientras desaparecen diarios como Siete, un periódico progresista que jamás recibió publicidad del Estado. Según el estudio 'Inversión publicitaria de las instituciones gubernamentales y empresas públicas - Su importancia y Distribución', realizado en mayo 2006 por el Observatorio de Medios FUCATEL para los años 2004 y 2005, el periódico de Agustín Edwards percibe el 48% del gasto en publicidad del sector público, prácticamente un subsidio del Estado.

Desde que El Mercurio tomó el control de El Sur y Crónica, a través de la subsidiaria Sociedad Periodística Araucanía S.A., que opera los diarios regionales del sur, comenzó a concretar “el despido de cincuentones” en Concepción con la salida de Francisco Gatica, de internacional, y de Daniel Padilla, de política, mientras procura comprar el fuero del dirigente sindical Carlos Alarcón. Los trabajadores del diario viven un clima de incertidumbre, con dos editores para la primera página, Gastón Cerna y Luis Alberto Maira, que inexorablemente se reducirán a uno solo. Pero, además, se temen otros despidos, no sólo por tener más de 50 años.

El 30 de junio debutaron los nuevos directores de El Sur y Crónica, Ernesto Montalba Rencoret y Felipe Saavedra Arellano, ambos provenientes de El Llanquihue de Puerto Montt, donde fungían como director y jefe de informaciones, respectivamente. Rafael López fue designado subdirector de El Sur, en tanto el director del suplemento dominical, Manuel Godoy, prefirió irse. El anterior director del diario de 123 años, de las familias Lamas, Maira y Paul, era dirigido por Aurelio Maira Lamas, a la vez presidente de la empresa, quien permanecerá en el directorio, que ahora preside Julio Manuschevich Weinstein.

Control prensa escrita

El Sur y Crónica de Concepción forman parte ahora de la cadena de 20 diarios regionales que incluye a La Estrella de Arica, La Estrella de Iquique, El Mercurio de Antofagasta, El Mercurio de Calama, La Estrella del Norte, La Estrella del Loa, La Prensa de Tocopilla, El Diario de Atacama, El Mercurio de Valparaíso, La Estrella de Valparaíso, El Líder de San Antonio, El Renacer de Arauco, El Diario Austral de Temuco, El Renacer de Angol, El Diario Austral de Valdivia, El Diario Austral de Osorno, El Llanquihue de Puerto Montt y La Estrella de Chiloé. Todos estos medios regionales se suman a los dos diarios de circulación nacional que se imprimen en la capital, El Mercurio y Las Ultimas Noticias, más el vespertino La Segunda, que aparece en Santiago y también circula al día siguiente en las cabeceras de las 15 regiones en que se divide el territorio.

Los 23 periódicos pronto podrían aumentar a 24. El diario La Prensa Austral de Punta Arenas, fundado en 1941 como continuador de La Verdad (1938-1941), aparece como 'diario asociado' en la propaganda corporativa de El Mercurio. De todos los periódicos regionales, el único que no ha caído bajo el control de Agustín Edwards es El Día de La Serena, fundado en 1944, de Antonio Puga y Cía. Ltda.

Holding radiofónico

La cadena Radio Digital FM es el otro pie del imperio mediático Edwards. La red opera 34 frecuencias a lo largo del país, desde Arica a Punta Arenas, incluyendo, además, las ciudades intermedias de Iquique, Calama, Antofagasta, Copiapó, La Serena-Coquimbo, Pichidangui-Los Vilos, La Ligua, San Felipe-Los Andes, Gran Valparaíso, San Antonio-Litoral Central, Casablanca, Melipilla-Pomaire, San José de Maipú, Rapel, Rancagua, San Fernando, Curicó, Talca, Linares-Longaví, Chillán-San Carlos, Bulnes, Cabrero, Concepción, Talcahuano, Tomé, Los Angeles, Temuco, Villarrica-Pucón, Valdivia, Osorno, Puerto Montt-Puerto Varas y Coyhaique.

Para una fecha próxima se anuncia la señal de la emisora número 35, que cubrirá Chiloé-Castro. El próximo paso será un canal de televisión de alcance nacional, probablemente una vez que el Estado de luz verde a la televisión digital, donde la banda de cualquier estación abierta como las actuales podrá ofrecer cinco señales en resolución de 525 líneas. El mundo empresarial-informático ya inició el lobby para influir en la regulación legislativa del nuevo negocio que traerá consigo el inminente cambio tecnológico.

Los periodistas de la cadena despachan para la red de emisoras por el mismo salario, con la rara excepción de un modesto bono equivalente a unos 20 dólares mensuales adicionales. A El Mercurio no le interesa que El Sur tenga su propia corresponsalía en Santiago, sino que recoja el flujo informativo de la matriz, como cualquier otro diario regional de la cadena.

El nuevo perfil de El Sur fortalecerá la información regional y local, para no duplicar un editor de noticias nacionales en Santiago y otro en la capital penquista, además que tampoco le interesa competir consigo mismo: Al fin de cuentas, El Mercurio de Santiago ofrece cotidianamente su agenda política e informativa a todo el país.

Favoritismo gubernamental-estatal

Además del subsidio indirecto del gasto público en avisaje, El Mercurio ha sido favorecido con fondos concursables creados para estimular a la prensa regional independiente por la ley 19.733 'Sobre libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo', comúnmente llamada Ley de Prensa.

Por ejemplo, el “diario regional independiente” El Mercurio de Antofagasta ha ganado estos concursos de fondos públicos. En contraste, los medios impresos independientes libran una lucha de años por una distribución menos desigual del gasto en avisos del Estado, por lo menos en el espíritu de la Ley de Prensa, pero hasta ahora sin resultados.

El favoritismo estatal y gubernamental, sin embargo, no impide que El Mercurio realice campañas grandilocuentes contra los gobiernos que le han tendido la mano en los últimos 16 años, últimamente mediante encuestas de dudosa seriedad y la amplificación informativa del delito, que desciende estadísticamente pero aumenta en la caja de resonancia mediática. Así como en los años 60 emergió el slogan “¡El Mercurio miente!” hoy podría añadirse “…Y muerde la mano que lo alimenta”.


http://www.argenpress.info/nota.asp?num=032120