31 mayo 2006

España reduce brecha digital

Con un crecimiento un 8% superior a la media europea, España logró en 2005 recortar distancias con sus socios comunitarios en materia de sociedad de la información, telecomunicaciones y TIC.

Ésta es una de las principales conclusiones de DigiWorld 2006, informe presentado el pasado 23 de mayo por Carlos López Blanco, presidente de Enter, el Centro de Análisis de la Sociedad de la Información y las Telecomunicaciones del Instituto de Empresa. Enter colabora por segundo año consecutivo con Idate en la edición española del prestigiado informe internacional.

En un mercado caracterizado a nivel mundial por una tendencia a la ruptura en los modelos tradicionales de negocio y un aumento claro de los síntomas de incertidumbre, el año 2005 confirmó la recuperación iniciada doce meses antes y el definitivo punto final a la caída de actividad que siguió a la eclosión coincidente con el cambio de centuria. En esa línea, España no supuso una excepción en los trazos dominantes: crecimiento de las telecomunicaciones basado en la extensión de la banda ancha (fija) y aumento de líneas y consumos en el móvil; auge espectacular en la electrónica de consumo, básicamente como consecuencia de la sustitución de equipos de audio y vídeo analógicos por digitales; y recuperación de las inversiones en equipos, servicios y aplicaciones informáticos, tanto en empresas como en particulares, con especial énfasis en la extensión de los ordenadores portátiles.

Con todo, la característica esencial de la evolución de los mercados en 2005 ha sido la consolidación del camino hacia la convergencia, aun sin determinar por completo cómo y cuándo se acabará produciendo la disrupción en los modelos hasta ahora tradicionales; esto es, la distinción entre telecomunicaciones, informática y entretenimiento (ocio-contenidos). Un escenario ante el que todos los agentes están tratando de posicionarse –mejor reposicionarse–, bien mediante adquisiciones, alianzas o consolidaciones, o a través de incursiones en nuevos segmentos de negocio, incluso abandonando actividades hasta ahora comprensivas de su core esencial.

Los responsables de Enter señalan que “da la sensación de que los operadores tradicionales tratan de afianzar sus posiciones en la provisión de acceso, discontinuando en cierto modo la tendencia a la separación fijo-móvil característica de años anteriores”. El ámbito de las soluciones informáticas, por su parte, tiende a penetrar el mundo de los tráficos de voz y datos, a través de soluciones que, en gran medida, escapan del control de los operadores de redes. Y el mundo audiovisual se muestra cada vez más encaminado a migrar hacia modelos de consumo a la carta, incluidas las opciones en movilidad, abandonando el esquema de oferta cerrada, en que la parrilla de contenidos es decidida por el programador.

Particularmente en Europa, aunque también en Estados Unidos, buena parte de la evolución a medio plazo dependerá de las posiciones que vaya adoptando el regulador. Al otro lado del Atlántico ha cobrado especial vigor la disyuntiva en torno a la reglamentación o no (net neutrality) de Internet. Y, en el territorio europeo, 2006 discurre caracterizado por la disyuntiva de revisar o mantener vigente el paquete de directivas, tanto de comunicaciones electrónicas como de televisión sin fronteras, con especial atención a la dicotomía entre una microrregulación o una liberación de controles y obligaciones que salvaguarde los mercados (servicios) emergentes y permita su rápida implantación.

Otra característica de 2005 ha sido la consolidación de los mercados asiático y latinoamericano como áreas de mayor crecimiento potencial, en cierta medida contrapuestos al elevado grado de maduración de los norteamericanos y europeos. Con el añadido, en el caso asiático (China e India, sobre todo), de haber irrumpido con fuerza como potenciales productores y suministradores, tanto de equipos como de servicios, en el mercado mundial.

La banda ancha fija, estrella de 2005

Respecto al ADSL, España ha dado notables saltos cuantitativos en 2005, aunque sigue lejos de la media europea en índices de penetración y uso de la sociedad de la información. Destaca, no obstante, en porcentaje de accesos mediante banda ancha y tiempos de uso individual de Internet. Al cierre del año, se superaron los 5 millones de conexiones de banda ancha (1,6 millones más que al cierre de 2004), con claro predominio del ADSL y la circunstancia de que, por primera vez, el número de nuevos clientes captado por los operadores alternativos superó ligeramente al de los contratados por Telefónica. Ello ha sido consecuencia, en gran medida, del salto producido en la estrategia de desagregación del bucle emprendida por estos operadores, hasta el momento más inclinados a comercializar productos basados simplemente en el mayorista puesto a disposición por Telefónica en virtud del modelo de regulación.

La banda ancha móvil, en cambio, no acaba de despegar en el mercado español. Apenas un 4 por 100 de penetración, sensiblemente por debajo de los países líderes (15 por 100), muestra que 3G/UMTS no es percibida todavía como una tecnología útil, capaz de sustituir o cuando menos igualar las prestaciones del ADSL o el cablemódem.

La (re)aparición de la televisión digital terrestre (TDT), con el anticipo del “apagón analógico” a 2010, ha sido uno de los hitos más relevantes en el panorama audiovisual, en paralelo a la ampliación de la oferta analógica de ámbito estatal (conversión de Canal + en Cuatro y nueva licencia a La Sexta). Todo ello ha multiplicado la oferta, aunque sin incorporación de servicios interactivos o de valor añadido, aprovechando las opciones tecnológicas que incorpora la digitalización. Mientras, del lado de la demanda, ha continuado el proceso de renovación de aparatos receptores (plasma y LCD) y se ha multiplicado la venta de descodificadores, en gran medida gracias a la fuerte reducción de precios, hasta niveles de 60/70 euros por unidad.

El mercado de la telefonía móvil, por su parte, alcanzó en 2005 una penetración del 95 por 100, con más de 42 millones de líneas declaradas activas por las operadoras. Ello reforzó, sin duda, la polarización de la estrategia comercial en la fidelización de la base de clientes, de un lado, y la captación de los ajenos, de otra, como prueba la evolución de la portabilidad.

La electrónica de consumo también volvió a cerrar un año brillante en 2005, con un crecimiento del orden del 15%. La sustitución de receptores analógicos por digitales comprendió tanto el parque de televisores como el de dispositivos de almacenamiento y reproducción de audio. Los reproductores MP3, liderados claramente por iPod de Apple (40%), alcanzaron unas ventas totales cercanas a los tres millones de unidades. Algo por encima (3,3 millones) quedó situada la cifra de ventas de cámaras digitales, con un crecimiento algo ralentizado con respecto al año precedente, acaso indicativo de un grado de maduración del segmento, con un tercio de hogares poseedores de al menos una cámara digital.

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