10 octubre 2006

Honrar la profesión (martires del siglo XXI)

Escrito por Marcelo Ricardo Hawrylciw

El cobarde asesinato de la periodista Anna Politkovskaya, ocurrido en el día de ayer en Moscú, no hace más que confirmar lo riesgoso que es ejercer el periodismo en el mundo, en ese sentido el periodismo independiente siempre esta en peligro.

Por ese mismo motivo además de condenar enérgicamente lo ocurrido, se debe difundir estos hechos a los fines de que el mundo sepa que hay hombres y mujeres que dejan la vida para que otros se informen, y esto es así porque la información crea conciencia, la información da memoria y la información es poder.

En el mundo, los medios de prensa son el último escalón que los tiranos pisaran, pero también será el primero sobre el que quieran subirse. No hay político serio que reniegue de la oratoria ensayando gestos y sonrisas, manejando los tiempos y los silencios, pero todo este esfuerzo es inútil si no “controlan” los medios. Según el régimen y el pueblo, esto será por medio de las publicidades oficiales, mediante la coacción o directamente desde el terrorismo de estado.

En estos últimos meses se han sucedido distintas muertes de periodistas en Latinoamérica, en especial de locutores de radios comunitarias que han sido impunemente asesinados y a pesar de las muestras de repudio poco es lo que se ha hecho al respecto, y seguramente seguiremos lamentando más homicidios mientras las autoridades miren hacia otro lado.

Lo ocurrido con Anna Politkovskaya no es más que la muestra de la intolerancia de los círculos de poder que ven en la prensa independiente un peligroso enemigo. Anna siempre fue una periodista que honro la profesión y vivió con la coherencia de saber que antes de escribir se debía a los lectores, quienes honran la profesión no especulan con ser medios de seducción de masas, a veces son “duros” al mostrar realidades que otros no quieren ver o informar. Critica del gobierno ruso por sus acciones en Chechenia, con importantes documentos que prueban las torturas y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos por parte de militares rusos amparados en una impunidad política terminaron con su vida de cuatro cobardes balazos, disparados por un aún más cobarde asesino por la espalda, tal vez para evitar que Anna en sus últimos instantes de vida le mostrará en sus ojos la imagen del valor del que todo lo da y la miseria del cobarde que entrega su honra para callar lo que ya no se puede silenciar.

Todos tenemos la responsabilidad y la obligación de condenar estos actos, de condenar las intimidaciones porque están en todos lados, la Argentina va camino a una intolerancia preocupante respecto de los periodistas críticos de las políticas oficiales, sean del gobierno nacional, o de quien detente poder sobre otros. Es ingenuo creer que nuestras amenazas se terminaron con José Luís Cabezas, el fue el icono de la intolerancia moderna que reveló las relaciones poder-justicia-fuerzas de seguridad = impunidad.

Por eso los compañeros de la periodista rusa del diario “Nóvaya Gazeta” han decidido una investigación paralela ya que no creen en los resultados de los organismos de seguridad y de hecho como es común cuentan con importantes testimonios para ello.
Hoy; una vez más, es necesario repetir : “NUNCA MÁS”.

Marcelo Ricardo Hawrylciw
Editor Diario El Sindical

Felap N° 496
www.elsindical.com.ar


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