05 junio 2006

Monopolios mediáticos y la ilusión de la pluralidad informativa

Vivir en la llamada era de las comunicaciones no equivale a estar informados, tampoco comunicados. Tener a nuestro alcance más de cien canales de cable e internet no garantiza la pluralidad de voces y la libertad de expresión. En las últimas décadas la tecnología y los nuevos formatos han enriquecido y resignificado la producción periodística y cultural, sin embargo el acceso a la información como derecho, permanece incompleto.

En nuestro país sigue vigente la Ley de radiodifusión Nº 22.285, sancionada en la última dictadura militar, durante los sangrientos años comandados por Videla. En materia de comunicaciones los gobiernos democráticos posibilitaron la articulación entre medios gráficos y audiovisuales, alentaron la concentración y monopolización de medios en desmedro de la pluralidad informativa. El Estado tiene la obligación de publicar y difundir la información sobre sus acciones, esto también está pendiente. La Ley de libre acceso a la información para que cualquier persona, (y no sólo los medios), pueda enterarse de las acciones estatales quedó trunca en la provincia por tercera vez. "Durante años peleamos para que en la provincia haya una ley de libre acceso a la información para que todos los habitantes puedan exigirla y saber que están haciendo desde los tres poderes del estado, legislativo, judicial y ejecutivo. El proyecto de ley volvió a perder estado parlamentario por tercera vez", dice Edgardo Carmona, Secretario general del Sindicato de Prensa de Rosario. "Uno de los nuevos proyectos de ley lo había presentado Obeid, Diputados lo aprobó y Senadores, de la mano de Gramajo lo volvió a bochar. Volvió a agregarle la cláusula de interés legítimo que hace naufragar el espíritu del proyecto". Edgardo explica que desde la perspectiva del interés legítimo cada pedido de información terminaría en un litigio. "El Estado tiene la obligación de dar la información, desde 1810 para acá el pueblo quiere saber de qué se trata en este país. El Estado la tiene que dar, no voluntariamente, porque se le ocurra o porque tiene que ganar una elección, es su obligación informarle a la gente que está haciendo".

A nivel nacional también este intento de ley fracasó, naufragó en el Congreso, el presidente (Néstor) Kirchner aprobó por decreto el acceso a la información en lo referente al poder Ejecutivo, aunque no pasó lo mismo en los poderes judicial y legislativo. "Es necesario que el gobierno impulse el acceso a la información, dando batalla en el Congreso de la Nación para que salgan las leyes que garanticen el flujo democrático. No basta con que tengamos la ley sino que el gobierno establezca los mecanismos para difundirlo y que la gente lo conozca, lo sepa y pregunte", continúa Edgardo.

En Rosario el panorama es un poco más alentador, ya que es una de las pocas ciudades del país que tiene una ordenanza de acceso a la información. "Lo estamos charlando con el intendente (Miguel) Lifschitz, la idea es establecer mecanismos, quizás en los lugares de descentralización municipal, que haya una oficina, un encargado para que eso se difunda y aparezca en los boletines municipales", desarrolla Carmona y cuenta que en la ciudad de Morón, provincia de Buenos Aires, esto se estableció y está funcionando bien a nivel municipal.

Hablar de democracia y pluralidad informativa es aludir a la posibilidad de que todos opinen, que todas las voces se escuchen. Acceder a cualquier tipo de información amplía las miradas, aporta a los juicios de valor y la opinión. Abrir el juego de la diversidad informativa es andar por el camino de nuevas decisiones. Abrir el juego de la diversidad informativa es empezar a vernos y reconocernos en los múltiples modos de vida y de subsistencia, es un modo de integración e inclusión social.

El sistema masivo de las comunicaciones en la Argentina está dominado por tres procesos que se dieron de manera simultánea desde finales de los años '90: la concentración de la propiedad, el avance de los monopolios sobre el interior y la desnacionalización de las grandes empresas. Los procesos de apertura económica y privatizaciones determinaron a finales de la gestión menemista, que unas pocas empresas manejen el mercado argentino de las telecomunicaciones.

Con respecto a las políticas de medios en la actualidad el secretario del Sindicato de Prensa expresa: "En comunicación se habla mucho y se ha hecho poco, se consolidó el poder de los grupos, la ley de radiodifusión no se modifica, la publicidad oficial sigue siendo bastante antojadiza".

Edgardo comparte con enREDando una experiencia que vivió hace casi dos años, momento en el que viajó con un grupo de 120 organizaciones a Capital Federal para hablar con el presidente. Al encuentro fue una coalición conformada por más de 120 organizaciones vinculadas a la comunicación, por primera vez se juntaba un espectro tan amplio. "Los únicos que faltaban eran los grandes medios, había cooperativas, radios comunitarias, universidades, sindicatos, organizaciones sociales. En la reunión no estaba Kirchner, nos atendió Parrili, estaban las Abuelas, mucha gente de los sectores populares. Salimos muy decepcionados porque Parrili dijo que el gobierno veía que en el tema medios todavía había tiempo, que había que esperar".
Evidentemente hay una clara señal del gobierno de la nación con respecto a su posición de no modificar la situación de concentración mediática, ya que hace un tiempo decidió por decreto prorrogar, extender las licencias para explotar las ondas y no realizó un llamado a licitación. "El gobierno perpetuó durante por lo menos diez años más la actual situación de concentración de los grandes medios de comunicación en el país. La concentración mediática es enemiga de la pluralidad", enfatiza Carmona.

Esto también complejiza la situación laboral de los trabajadores de prensa, la concentración empeora el mercado laboral, hay menos puestos de trabajo disponibles, menos posibilidades y mayor presión sometimiento a los grupos económicos. "Los trabajadores de medios están sometidos a una doble explotación. Una manual y otra intelectual. En el caso del periodista no sólo le pagan poco para escribir a máquina y transferir una noticia sino que lo obligan a decir lo que no quiere", opina Edgardo.

En el contexto actual, atravesados y golpeados socialmente por una crisis que ya lleva décadas es difícil contemplar el acceso a la información como un derecho. Una persona que no tiene para comer, no puede preocuparse por el acceso a la información, que pasa a ser una cuestión secundaria. "Cuando la crisis es muy profunda la gente tiene que pelear por vivir. Creo que el tema del acceso a la información y la libertad de expresión es fundamental, es básica, hace siglos que se pelea porque la gente pueda pensar, pueda tener su propio pensamiento, comunicarlo libremente. De todos modos en las organizaciones sociales, en los cuadros militantes, en los dirigentes cada vez está más claro el poder de los medios, está más clara la necesidad de una nueva comunicación, ese es un avance fenomenal", cierra el dirigente sindical.

Un avance para las radios comunitarias

Recientemente, luego de varios años de lucha se aprobó la modificación del artículo 45 de la ley de radiodifusión. La Ley hasta el momento no admitía que las entidades no comerciales, como por ejemplo las radios comunitarias tuvieran la posibilidad de acceder a licencias de radio y televisión. "Es un avance, pero no soluciona del todo el problema, porque incluso en la misma resolución se aclara que está supeditada a que se realice el proceso de normalización definitivo del espectro radioeléctrico", dice Pepe Frutos, coordinador de la Red Satelital del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO). "Hay una lucha muy fuerte por conseguir una nueva ley de radiodifusión, que sigue teniendo los argumentos y contenidos que quisieron los militares. Lo que se logró con esta modificación es que las personas jurídicas sin fines de lucro, puedan acceder a licencias", reclama Frutos.

Desapariciones, construcción de agenda y otras ‘magias’ de la prensa argentina

“De la dictadura al siglo XXI- Desapariciones, construcción de agenda y otras magias de la prensa argentina” es el título de la charla-debate que el miércoles 7 de Junio, a las 18, darán Eduardo Blaustein y Carlos Rodríguez en la sede de Gobierno de la UNR, Maipú 1065. A 30 años del golpe el Sindicato de Prensa Rosario organiza esta actividad que pretende aportar a la memoria, a la justicia y a la lucha contra la impunidad. También recordar el trabajo y las voces de los más de cien periodistas que necesitó desaparecer-asesinar el proceso sangriento. Ese día además se presentará el Informe 2006 de la Comisión en Defensa de la Libertad de Expresión y del Trabajo Periodístico.

¿El derecho de expresión es el derecho de escuchar?

"En el siglo dieciséis, algunos teólogos de la iglesia católica legitimaban la conquista de América en nombre del derecho a la comunicación. Los conquistadores hablaban, los indios escuchaban. La guerra resultaba inevitable, y justa, cuando los indios se hacían los sordos. Su derecho a la comunicación consistía en el derecho a obedecer. A fines del siglo veinte, aquella violación de América todavía se llama encuentro, mientras se sigue llamando comunicación al monólogo del poder". (Extraído del libro "Patas Arriba, la escuela del mundo del revés" de Eduardo Galean

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