27 octubre 2007

RADIOS COMUNITARIAS Y DERECHO A LA COMUNICACIÓN

Columna de Victoria Uranga H.

El aumento en la potencia, el mayor alto de la antena y la autorización para hacer menciones publicitarias locales son algunos de los elementos de este nuevo cuerpo legal. Implicancias? Entre otras, valoración de las organizaciones sin fines de lucro y de la comunicación local en el espacio radial donde es la radiodifusión comercial la que reina.

Cuando aún se debate sobre las posibles consecuencias de la compra de Iberoamerican Radio Chile por parte del grupo Prisa, y la necesidad de fomentar el pluralismo mediático es un tema recurrente, el mundo radial da potentes señales.

El viernes 12 de octubre, desde un estudio instalado en el patio Las Camelias de La Moneda, una cadena de más de cuarenta radios comunitarias transmitió en directo la presentación del primer proyecto ley de Radiodifusión comunitaria y ciudadana.

La Presidenta y los ministros de Transportes, Telecomunicaciones y el Secretario General de Gobierno, pusieron su firma para normar el funcionamiento de las hasta ahora llamadas “radios de mínima cobertura”. El proyecto también resultó de las conversaciones entre dos clásicos adversarios: la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI) y la Asociación Nacional de Radios Comunitarias y Ciudadanas (ANARCICHI).

Esta normativa legal crea el Servicio Comunitario de Radiodifusión Ciudadana que comprende un espacio radioeléctrico, cuyo uso y goce de frecuencia se otorgará por concesiones temporales, mediante concurso público, a organizaciones de la Sociedad Civil , personas jurídicas de derecho privado sin fines de lucro.

Aunque falta la decisión del Congreso, esta propuesta es una señal que puede ser histórica ya que promueve la expresión ciudadana y acrecienta las posibilidades de ejercer nuestro derecho a la comunicación. Atrás deja los años en que estos medios locales y comunitarios se desarrollaron a pesar de una ley discriminatoria que los limitaba a 1 watt de potencia, a concesiones por sólo tres años y a la imposibilidad de obtener financiamiento vía publicidad.

El aumento en la potencia, el mayor alto de la antena y la autorización para hacer menciones publicitarias locales son algunos de los elementos de este nuevo cuerpo legal. Implicancias? Entre otras, valoración de las organizaciones sin fines de lucro y de la comunicación local en el espacio radial donde es la radiodifusión comercial la que reina.

Se calcula en doscientas las radios comunitarias o ciudadanas que están activas en todo Chile. Se trata de emisoras que salen al aire principalmente por la voluntad de sus integrantes. Son tan diversas como la sociedad misma, por lo tanto, probablemente también reproducen nuestros vicios y virtudes. Pertenecen a iglesias, centros culturales, organizaciones, municipios, universidades, escuelas, clubes y juntas de vecinos.

Las propuestas de la nueva ley son un gran avance, pero tal vez podemos más. ¿Podríamos pensar en garantizar espacios con discriminación positiva para visibilizar la diversidad de voces de la sociedad civil? ¿Qué sucede con los grupos de interés no localizados en una comuna? ¿Debe la libertad de expresión de los grupos de la sociedad civil estar restringida sólo a los 25 watts comunales del proyecto? Como lo planteó María Pía Matta, Vice Presidenta de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias de América Latina y Caribe (AMARC ALC) ¿Pueden a medida que se vaya desocupando el espectro, por fin de concesiones comerciales, ir ampliando esa cantidad a favor de las radios comunitarias? Y desde lo macro: ¿Qué de esta experiencia radial podemos utilizar para pensar lo local, social y no comercial en los otros medios y en las nuevas plataformas digitales?

Sabemos que el espectro radio electrónico es un bien finito y que por lo tanto, hay que regularlo. Pero no olvidemos que también es un bien público, y por lo tanto debemos garantizar que sea usado por todos y todas. Generar cohesión e inclusión social, también pasa por desarrollar espacios de encuentro, participación mediática y diálogo social. De paso, nuestra democracia se fortalece.

http://www.radio.uchile.cl/notas.aspx?idNota=41660