23 julio 2008

Argentina: Los latifundistas de la comunicación

La abundante colección de manipulaciones y distorsiones informativas, en torno al conflicto del "campo", revela que lo que aparece como simpatía por la causa es en realidad solidaridad de clase entre los dueños del campo y los dueños de los medios, hermanados en su condición de captadores de renta extraordinaria. Por Alexis Oliva (*)

La judicialización de la protesta, tema principal del programa de Mariano Grondona; la Marcha de la Bronca, difundida en radio Cadena 3; Enrique Lacolla, desafectado de La Voz del Interior por criticar la posición del "campo"; el repentino interés por arrimarle micrófonos al "pueblo", manifestantes que -palabras más, palabras menos- siempre expresan: "¡Andate, montonera hija de puta!"; la indisimulada alusión a categorías como "piqueteros blancos" y "piqueteros negros", y los aprietes -desde ambos bandos- a los pocos que intentaron cubrir el conflicto con honestidad, son apenas algunas de las postales, cargadas de arbitrariedad e hipocresía, con que se va editando la película del conflicto Gobierno-agro en los medios masivos de comunicación.

Son episodios emergentes de la solidaridad de clase que cunde entre las grandes corporaciones periodísticas y las entidades empresariales del agro, en conflicto con el Gobierno por su política de retenciones móviles a las exportaciones de soja. Una sintonía que revela el estrecho parentesco entre sus intereses económicos, que en algunos casos convergen directamente en mega-eventos como la "Expo Agro" -organizada por Clarín, La Nación y La Voz del Interior-, y en general hermanados en la condición de capitales rentistas.

Desde hace varios años, el seminario de Economía Política y Medios Masivos de Comunicación, de la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba, viene estudiando el modo de producción de las empresas periodísticas y cómo operan en el proceso de reproducción social, con investigación empírica en los medios de comunicación de Córdoba.

Una de las evidencias más generales en este espacio académico indica que el ingreso principal de los medios no proviene de la venta de sus productos -información, entretenimiento, etc.-, sino de "una mercancía que no producen", la que se ofrece en los espacios y tiempos publicitarios que alquilan a sus anunciantes. "En el mejor sentido de la palabra venden aire, espacio vacío, segundos de nada", explica en una ponencia el titular de este seminario, Miguel Haiquel (1).

Esto permite entender por qué las empresas de comunicación "son sumamente rentables y han sido las que han crecido de manera más pujante en los últimos años", señala el trabajo. Por supuesto, también cuentan con otro anunciante no empresario pero muy solvente: la clase política en permanente campaña electoral.

"En este sentido (el anunciante) se asimila al arrendatario que paga un alquiler por el uso de tierras sin laborar, es decir que lo que paga en realidad es una renta". Incluso, "al igual que en el uso de la naturaleza" existen "rentas relativas -que surgen de los diferentes alcances de los medios- que pueden razonarse como las distintas productividades del dinero invertido por las diferencias comparativas de las propiedades de los suelos", explica Haiquel.

En otras palabras, al igual que no genera la misma ganancia una hectárea en Río Cuarto que en Serrezuela, tampoco vale lo mismo el segundo de publicidad en Radio Cadena 3 que en la FM San Cayetano de Serrezuela.

Pero es el Estado -en manos de esa clase política que suele ser rehén de los medios- el verdadero dueño del espacio radioeléctrico que permite esta renta, lo que dimensiona el significado y el calibre de una concesión como fue el decreto 527, con el que Néstor Kirchner extendió en 2005 los plazos de las licencias de radiodifusión a los grandes grupos económicos (ver Un derecho humano pendiente http://www.prensared.com.ar/indexmain.php?lnk=3&mnu=101&idnota=4733).

El "valor" de la palabra

Este "aire de familia" entre la corporación mediática y el agro-empresariado tiene un necesario correlato en el "producto" de los medios, es decir, en sus contenidos periodísticos o línea editorial, porque la "reproducción social" del negocio necesita generar consensos a través del discurso.

Tal como los propietarios de los medios con sus primos del campo, la concentración de discurso se hermana con la concentración de la tierra, así como el desplazamiento de la frontera agropecuaria generado por la soja se emparenta con eso que definimos como "cerco informativo".

En su trabajo "La comunicación masiva en el proceso de liberación", Armand Mattelart afirma: "En la sociedad capitalista, el medio de comunicación tiene una función esencialmente desorganizadora y desmovilizadora de las clases dominadas. Neutraliza y desorganiza dichas clases en tanto clases (y, en cambio, afianza la solidaridad en torno a la clase dominante y sus intereses)". (2)

Además, Mattelart observa cómo esta lógica habitual se acrecienta en una coyuntura política adversa a los intereses de los medios, como ocurrió en Chile durante el gobierno de Salvador Allende, o como sucede ahora en Venezuela y Bolivia.
O bien, dicho por Ignacio Ramonet en un lenguaje acaso más actual, "los medios son el aparato ideológico de la globalización", actores a los que "no les interesa ser el cuarto poder, ni un contrapoder, sino que se unen al poder para oprimir a los ciudadanos". (3)

En este sentido, el prolongado conflicto entre el Gobierno nacional y las entidades del agro resulta ilustrativo de esta estrategia: los medios que habitualmente se dedican a entretener, despolitizar y predicar el individualismo, frente a un conflicto que puso en juego intereses propios y/o de aliados, repentinamente se ideologizaron y desplegaron una comunicación militante, amplificadora de la música tocada por el cuarteto de las patronales agropecuarias e imposible de desmentir por un Indec que desafina.

La reacción de los medios frente a aquellos cortes de ruta protagonizados por los desocupados, definidos como acciones "delictivas" que "avasallaban el derecho a circulación" del resto de los ciudadanos y llegaban a "poner en jaque el orden constitucional", contrasta con la visión romántica sobre los "históricos" piquetes sojeros que bloquearon y desabastecieron al país intermitentemente por casi cien días.

Hubo palabras estiradas hasta el límite del desgarro semántico: el conflicto era del "campo", por lo tanto sus actores eran "campesinos", de manera que no se trató de un lock out empresarial, sino de un "paro". "Guerra gaucha" (Crítica de la Argentina), "bronca campesina" (Canal 12), fueron algunos de los falaces titulares que nunca fueron corregidos, por decisión editorial y también porque el conocimiento sociológico es una herejía cada vez más censurada en las redacciones.

Incluso el calificativo de "histórico" contrastaba con un enfoque deshistorizador, que dejaba la sensación de que las luchas sociales en nuestro país habían comenzado con la resistencia a las retenciones a la soja.

Se sabe -desde la teoría y la práctica- que es posible manipular la información en los distintos niveles de producción periodística: en el plano informativo, interpretativo, de opinión y hasta en la búsqueda misma de datos, voces e imágenes.

Eso se observa habitualmente, pero en este caso algunos medios masivos han hecho eso que habitualmente condenan cuando acompaña causas populares: periodismo militante. Muchos comunicadores convocaron a participar en piquetes y cacerolazos, así como tiempo atrás oficiaron de "punteros mediáticos" de Juan Carlos Blumberg.
(El encabezamiento del comunicado de prensa del Movimiento Campesino de Córdoba, luego de la marcha donde unas mil personas marcharon por el centro de Córdoba el 17 de abril -Día Internacional de la Lucha Campesina- en reclamo contra los desalojos y por la regularización de títulos a las familias campesinas del norte, contiene un elocuente reproche: "Para todo el país y el mundo, para los que se desinforman cotidianamente con La Voz del Interior que censura a sus periodistas y eligen la realidad que difunden". Se referían a la ausencia de la noticia de la marcha y a la desafectación de Enrique Lacolla del diario más importante de Córdoba, luego del rechazo a una nota titulada "La sedición del campo").

Pero el rol de los medios ha ido más allá, al perpetrar una suerte de terrorismo, cuando algunos medios divulgaron el rumor de saqueos que, por citar el ejemplo de Córdoba, ocasionaron un abrupto cierre de comercios en todo el centro de la ciudad. Aquí sí hicieron gala de conocimiento de psicología social respecto a imaginarios y estados alterados colectivos: cualquier ciudadano argentino más o menos informado recuerda que la película que empieza con un saqueo termina con un helicóptero llevándose al Presidente.

Todo esto dio argumento al Gobierno para formular un fuerte cuestionamiento a los grandes medios de comunicación (4) e impulsar la idea de crear un observatorio de medios entre el Inadi, el Comfer y la Universidad Nacional de Buenos Aires, que había sido la creadora original de esta iniciativa obviamente rechazada por las grandes empresas periodísticas, que se expresan a través de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), institución que suele invocar la "libertad de prensa" cuando en realidad se trata de libertad de empresa.

La idea del observatorio no era tan oficial, ni tan original, ni para escandalizarse tanto. Desde que el propio Ramonet propuso el Observatorio Global de Medios en el Foro Social Mundial (Porto Alegre 2002) han proliferado en todo el mundo iniciativas similares que sólo intentan ampliar la conciencia y participación ciudadana para democratizar la comunicación. Obviamente, si un gobierno lo controla difícilmente cumpla con esa finalidad.

Además, la polémica medios-gobierno tuvo el saludable efecto colateral de reflotar la discusión por una nueva ley de radiodifusión que reemplace a la norma sancionada durante la dictadura militar. Una ley democrática que regule los servicios de comunicación es tan imprescindible para recuperar cultura como las juntas nacionales de granos y carnes para recuperar soberanía alimentaria.

Mientras tanto y más allá de las esperanzas o desconfianzas en esta ley, muchas organizaciones del otro campo, el campo popular, tienen un certero diagnóstico respecto a la manipulación y el "cerco informativo" que los discrimina, y han comenzado a andar el dificultoso camino de la construcción de medios propios.Es una tarea cargada de obstáculos y contradicciones, pero necesaria y posible porque cuenta también con una rica historia, iniciada en nuestro país con la Gazeta de Buenos Ayres, aquel periódico que fue concebido como una parte esencial del proyecto revolucionario de 1810.

Notas y referencias:

(1) Haiquel, Miguel Angel. "La Difusión Masiva y el Mercado", artículo incluido en el libro Globalización y Medios de Comunicación, publicado por el Honorable Senado de la Provincia de Buenos Aires, enero de 1999.
(2) Mattelart, Armand. "La comunicación masiva en el proceso de liberación", Editorial Siglo XXI, México, 1986.
(3) Ramonet, Ignacio. "Información y comunicación en la era de la globalización", ponencia para la Bienal Iberoamericana de Comunicación 2007, organizada por la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba, en septiembre de 2007. (www.prensared.com.ar – Red Capacitación).
(4) En la estrategia oficial de "mostrar las costuras" y desenmascarar a los medios en tanto actores económicos y políticos, Néstor Kirchner ha sido más astuto y certero que su esposa (quien en el primer capítulo del conflicto llegó a definir como "mensaje cuasi-mafioso" a una caricatura de Hermenegildo Sabat, desatando un masivo repudio). "Señor (Héctor) Magnetto, yo le pido que vea que su medio (Clarín) informe con claridad. Colocó 'represión' en Gualeguaychú y cuando pasó lo de Kosteki y Santillán, colocó que 'por la crisis murieron dos personas'", instó el titular del PJ en su conferencia de prensa del 17 de junio.

(*) Secretario de Prensa del Cispren

http://focosgrupo.blogspot.com/2008/07/los-latifundistas-de-la-comunicacin.html

22 julio 2008

Venezuela: Medios comunitarios se movilizaron por la socialización del espacio radioeléctrico

Exigen un 33,33 % en manos de las comunidades populares y obreras, mediante reforma de la Ley de Telecomunicaciones Gonzalo Gómez

La Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos (ANMCLA), se movilizó hoy jueves en Caracas, junto con colectivos populares aliados, con el objetivo de solicitar la reforma de la Ley de Telecomunicaciones, para introducir la redistribución del espacio radioeléctrico, con el otorgamiento de un 33,33 % del mismo a las comunidades organizadas y a los movimientos sociales.

La marcha nacional, que congregó a unos 1.500 activistas de la comunicación popular en su punto de partida, se desplazó desde los alrededores de la Radio Libre Negro Primero en Sarría, hasta el Puente LLaguno, pasando por el Ministerio de Comunicación e Información y por la Asamblea Nacional.

En el MINCI uno de los viceministros bajó desde sus oficinas a la calle, para recibir un documento de la ANMCLA, pero no hizo ningún pronunciamiento sobre el petitorio, aunque manifestó la disposición a abrir un diálogo con los medios comunitarios y alternativos en torno a la propuesta.

En la Asamblea Nacional, que se encontraba en sesión, los manifestantes tuvieron que presionar para ser recibidos por algunos parlamentarios, entre los que se encontraban Carlos Escarrá y José Albornoz, quienes se reunieron con una comisión. El diputado Figuera, del PCV, se detuvo a conversar con algunos comunicadores populares en las afueras del Palacio Federal Legislativo.

Otra comisión de la ANMCLA acudió también al Palacio de Miraflores, sede del gobierno nacional, dando por finalizada la manifestación.

Esta acción forma parte de una campaña nacional a la que ha dado inicio la ANMCLA por la socialización del espacio radioeléctrico frente a la concentración de aproximadamente un 85 % de los medios de comunicación en manos privadas, que son utilizados como armas de la guerra mediática del imperio y de la oligarquía contra el proceso revolucionario venezolano.
En el comunicado repartido por la ANMCLA, que argumenta el planteamiento de la reforma a la Ley de Telecomunicaciones, se expresa que “ante esta ofensiva del Imperio, nuestra respuesta estratégica debe ser la apropiación de la comunicación por las comunidades populares y obreras”, como “camino socialista común a todos los espacios de lucha: control obrero de la producción, apropiación campesina de la tierra, las comunidades al mando de los servicios”.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=70467

18 julio 2008

Radios libres: escucha las voces de la gente

Las nuevas tecnologías y la gestión asociativa de las radios libres han mantenido vivas estas emisoras amenazadas por la falta de fondos, las amenazas de cierre y las ocupaciones de su dial. ¡La voz de la gente no se ha apagado!

“Hacemos verdaderos malabarismos para seguir existiendo!”, explican desde Radio Funghi, emisora libre barcelonesa. “Lo que nos define es que el funcionamiento de este tipo de radios lo gestionamos todos y todas los que participamos activamente en la vida de la emisora. No dependemos de ningún gobierno ni de ninguna empresa por eso tenemos libertad. Eso es muy bueno por un lado, pero siempre tenemos el hándicap de la financiación, que en nuestro caso es participativa, es decir, todos y todas ponemos el dinero”, añaden.

Así, tal y como explica la Wikipedia, el término radio libre puede referirse a distintos tipos de emisoras de radio, pero lo que une a todas estas emisoras es que son independientes y no tienen intereses lucrativos. En el Estado español empezaron a surgir hace casi 30 años y desde entonces se han desarrollado un buen número de radios culturales, sin fines lucrativos; radios comunitarias, de contenido social; radios piratas, de frecuencia ilegal o usurpada; e, incluso, radios autogestionadas, dirigidas por voluntarios. Las reivindicaciones por una vivienda digna, la protección de los animales, el encuentro entre comunidades de vecinos, la inclusión social a través de la música son algunas de las temáticas de los programas de estas radios que, hasta hace pocos años, solían utilizar la Frecuencia Modulada y solían tener una cobertura local en la ciudad desde la que transmitían.

Nuevas tecnologías y viejas reivindicaciones

Hoy la mayoría se han subido al carro de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, entre las temáticas de los programas encontramos la cultura libre y las posibilidades de las nuevas tecnologías y, además, emiten a través de Internet, con lo que pueden llegar prácticamente a cualquier rincón del planeta. Y aunque han evolucionado algunas reivindicaciones siguen siendo las mismas: todavía no hay una cobertura legal que las proteja y que defienda su espacio radiofónico.

Radio P.I.C.A, Radio Bronka y Contrabanda FM, en Barcelona, Radio Topo, en Zaragoza, Radio Cadena del Water, en Madrid, Hala Bedi en Euskadi; y Radio Klara, en Valencia, son algunas de las emisoras decanas en el Estado español, pero la lista es mucho más extensa.

Prácticamente todas las provincias cuentan con alguna radio libre o comunitaria. En la web de Radio Bronka puedes encontrar un buen número de links e, incluso, una guía para saber qué tienes que hacer si quieres hacer un programa en esta emisora. En ‘A las barricadas’ también puedes encontrar un recopilatorio de radios autogestionadas en el Estado español.

http://www.canalsolidario.com/web/noticias/noticia/?id_noticia=10227

Argentina: LEY DE RADIODIFUSIÓN: LOS 21 PUNTOS DEL DEBATE QUE SE VIENE

Parece que llegó el momento: está en la agenda del Gobierno modificar la legislación que regula la comunicación en Argentina lo que permitirá cambiar la bochornosa realidad de contar – luego de de 25 años de democracia- con un decreto ley de la dictadura en el campo de la radiodifusión.

Fue la sociedad civil la que más ha trabajado y presionado para lograr esta situación, reunida en la Coalición por una Radiodifusión Democrática, una multisectorial interdisciplinaria que desde el año 2004 convoca a la más amplia representación de sectores de la comunicación en la Argentina. Son más de 100 instituciones que han incorporado sus ideas y consensuado, en 21 puntos, los principios motores que deberían regir la futura Ley de Radiodifusión.


La Coalición está integrada por organismos de Derechos Humanos, universidades nacionales, los trabajadores de la comunicación enrolados tanto en la CGT como la CTA, las radios universitarias, las organizaciones, foros e institutos de radios comunitarias de todo el país, organizaciones sociales, cooperativas. Personalidades, académicos, y asociaciones argentinas e internacionales han apoyado esta iniciativa.

Los 21 principios tienen como objetivo central la aprobación de una nueva ley de Radiodifusión surgida del debate democrático que reemplace definitivamente al decreto-ley 22.285/80, de la dictadura militar encabezada por Jorge Rafael Videla.

“La comunicación es un tema de todos los ciudadanos, porque es un derecho humano fundamental”: este eje rector que mueve la acción y las propuestas de la Coalición.

La periodista Dafne Sabanes Plou, coordinadora Regional para América Latina y el Caribe del Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones y ex presidenta regional de la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC) integra la Coalición desde sus inicios.

“Dado el papel que juegan los medios en la actualidad como espacios para el debate público de ideas, formación de opinión publica, organización de comportamientos, consolidación de imaginarios, es cada vez más importante que se respete el pluralismo de ideas y que se acceda a los medios desde diversos sectores, sin monopolios”, dice la periodista.

Destaca, además del consenso para lograr los 21 puntos, los espacios que se están dando en todo el país para debatirlos, “donde la gente se entera, participa, opina y cuando se hable de la ley en el Congreso la sociedad ya estará involucrada”.

Porque las y los miembros de la Coalición están recorriendo todo el país generando espacios de encuentro para que los ciudadanos se apropien de esta iniciativa en pos de una legislación democrática que garantice el derecho humano a la comunicación de todas y todos. Ya fueron recibidos por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y están participando de reuniones en las comisiones de Libertad de Expresión y en la de Comunicación e Informática de la Cámara de Diputados “donde hemos encontrado una buena predisposición. Hay divergencias claro, pero en general los 21 puntos, como declaración de principios, tienen buena acogida y hay legisladores que anticiparon que van a estar incorporados en la ley”, asegura Sabanes.

Y agrega: “Queremos que sea una ley de comunicación y servicios audiovisuales y no simplemente radiodifusión porque queremos que abarque todos los aspectos de la comunicación que están interrelacionados. Nestor García Canclini tiene un libro donde señala que sólo el 16 por ciento del cine se ve en el cine, el resto se ve en casa por videos o DVD. Y esta convergencia cada vez más rápida de la computadora con la televisión nos dice que, en pocos años más, va a ser todo computadora. Es fundamental tener leyes que den sostén a esta realidad y que democraticen las comunicaciones, porque sino corremos el riesgo de que queden en manos de unos pocos. Ya tenemos en Argentina una concentración de medios en cuatro grandes grupos y se podría reducir aún más, concentrando no sólo capital sino también cuestiones ideológicas”.

-¿Han recibido críticas los 21 puntos?

-Hay gente que los critica, pero hay que entender que una cosa es la reglamentación de la ley, otra es el articulado fino que iremos viendo una vez que lo tengamos, pero lo importante es que existan estos principios.

-¿Se debatió la situación de los trabajadores de los medios?

-Este punto tuvo mucho apoyo de los sindicatos de prensa. Tenemos a la gente de la CGT y de la CTA, es decir, tenemos amplitud para tener el sostén de estas dos entidades y de gremios y ciudadanos.

-Y se habló del estatuto del periodista, que es un tema sensible…

-Si claro, se debatió. Pero no hilamos fino, sino que buscamos principios generales. La propuesta de la Coalición también apunta a que se respeten los derechos de los trabajadores, a la transparencia en la gestión de los medios, y al apoyo a la producción local y nacional. Creo que esto es importantísimo en tiempos de globalización, cuando hay que hacer respetar los convenios de trabajo, incluso cuando existen contratos con empresas extranjeras de corto plazo.

Comunicación democrática

Dafne Sabanes Plou resalta la inclusión regional, de grupos sociales, de las organizaciones de la sociedad civil en las defensorías, observatorios de medios y también en el COMFER. “De modo que la ciudadanía pueda expresarse y participar en las políticas de comunicación en el país”.

-¿Qué significa que las frecuencias son patrimonio de la humanidad?

-Las frecuencias radioeléctricas son un bien limitado, por lo tanto lo que se defiende desde las organizaciones sociales dedicadas a la comunicación, es que deben considerarse como un patrimonio de la humanidad, propiedad de toda la gente. Por ello es que no pueden ser compradas ni privatizadas. Son un bien común que administra el Estado a través de licitaciones y las empresas y entidades que ganan esas licitaciones tienen que atenerse a un uso determinado de las frecuencias, pensando siempre en los medios como servicio público. Con la mercantilización de la información y de la comunicación este carácter de servicio público se ha ido perdiendo, pero creemos que debe mantenerse este principio.

-¿Cómo se imaginan el accionar de un Defensor del Público?

-El defensor público es el que debe recibir las denuncias que presenten la gente común cuando sienten que un medio esta afectando sus derechos. Seria interesante que junto a este defensor funcionara un observatorio de medios totalmente independiente del Estado, donde tuviera amplia participación la sociedad civil, con sus organizaciones, para ir monitoreando el trabajo de los medios. Creo que ya queda poca ingenuidad en relación a los medios de comunicación y que es bueno hacer una lectura crítica de lo que los medios están ofreciendo con sus mensajes y su programación.

-¿Cómo proponen que se distribuyan las frecuencias y por qué ese criterio?

-La propuesta en los 21 puntos es que las frecuencias puedan estar en manos públicas, privadas comerciales y organizaciones sociales, por partes iguales. Lo importante es sostener que no por ser estatal, un medio tenga que estar dominado por los intereses políticos del gobierno de turno, sino que debe apuntar al interés general, consolidando los valores democráticos, la participación, la cultura local, etc. Creo que un buen ejemplo de esto es el canal Encuentro, del Ministerio de Educación, o Canal a. Una cosa que me llamó la atención, es que viajando por América Latina, me encontré con mucha gente que mira Canal a, por la calidad de su programación. También es importante que las organizaciones de la sociedad civil tengan posibilidades de licitar por las frecuencias. Hasta ahora, eso no esta permitido por la actual Ley de Radiodifusión. De esta manera, podrían acceder legalmente a las frecuencias las organizaciones sociales y se abrirían mucho las propuestas de programación, la perspectiva de la información, los temas prioritarios para ser tratados... O sea, el espacio de discusión democrática en los medios sería real.

-¿Cómo debería estar integrado un nuevo COMFER?

-La propuesta es que un nuevo COMFER esté integrado por organizaciones de la sociedad civil que no sean licenciatarias de medios, cuestión de que puedan tener independencia en las decisiones, y además por representantes de los trabajadores y trabajadoras de los medios, manteniendo siempre el federalismo, que muchas veces pareciera estar borrado en nuestro país. Creo que a esta altura, dada la influencia de los medios en la vida de la sociedad, en todos los niveles, no se puede negar la importancia de un organismo que controle, regule y fiscalice el funcionamiento de las emisoras de radio y TV, sin censura previa ni discriminaciones de ningún tipo.

-¿Cuál será el rol de la sociedad civil?

-Creo que la sociedad civil, con una nueva ley que contemple su participación en los medios de comunicación, puede desempeñar un rol interesante señalando los intereses y las necesidades en materia comunicacional y de información, como también dando a conocer aquello que debería ser cambiado. Si se evita la concentración de los medios de comunicación en pocas manos, habrá más espacio para el pluralismo de ideas, para el debate y para dar a conocer otras opiniones y alternativas culturales, políticas, ideológicas, etc. Pienso que de esta manera creceríamos en participación democrática, afianzando realmente los derechos a la comunicación, que no se limitan a la libertad de expresión, sino que tal como lo señala el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, abarcan mucho más.
Otro principio que creo que es fundamental es la defensa de la comunicación pública, independiente de los gobiernos de turno y de los monopolios privados de la información y de la comunicación. Por ello, la importancia de la participación de las organizaciones sociales en el monitoreo de las licitaciones, de la administración de los medios públicos, y de los contenidos cuando se trata de protección a los menores.

El contexto


Lograr este espacio de participación en la difusión y discusión de una nueva normativa en comunicación desde la sociedad civil reconoce un proceso que se dio dentro de un contexto latinoamericano y mundial, que las organizaciones supieron aprovechar.

Dafne Sabanes Plou relata que en 2003 se dió la discusión por la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información y a nivel latinoamericano, el proceso de la eLAC (Latinoamérica y el Caribe electrónico) en relación a políticas de información y tecnologías de la información y la comunicación para América Latina y el Caribe. El primer plan salió en 2005 con una reunión interministerial que se hizo en Río de Janeiro, proceso que duró hasta 2007. Ese mismo año se trabajó para el eLAC 2010 que fue aprobado este año en una conferencia en El Salvador y donde, desde el programa de mujeres, “tuvimos una intervención de lobby interesante, en alianza con otras organizaciones sociales, para por un lado poder incluir la cuestión de género en el plan Latinoamérica y, por otro lado, para trabajar la presencia de la sociedad civil que no estaba considerada”, señala Sabanes Plou.

“A veces no tomamos dimensión en este mundo de la tecnología de la importancia de la sociedad civil. La Cumbre Mundial de la sociedad de la información no fue dada a la UNESCO, sino a la Unión Internacional de Comunicaciones, que también depende de ONU, pero que tiene una mirada absolutamente técnica y ellos pensaron que iban a tener una conferencia sólo con empresas pero irrumpe la sociedad civil diciendo: ‘la tecnología sin gente no tiene valor y debemos considerar primero a las personas’. Y ahí entramos a trabajar en un discurso basado en la declaración universal de los Derechos Humanos”, aporta.

De estos encuentros surgen alianzas muy interesantes, por ejemplo con las radios comunitarias y con ALER, (Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica). “Esas alianzas se dan también a nivel argentino –dice Sabanes- y cuando empezamos a trabajar en los 21 puntos ya había una alianza básica entre la WACC, APC, ALER, AMARC (Asociación Mundial de Radios Comunitarias), donde había algunos sindicatos de prensa y ahora ya se sumaron más como los actores, cineastas. Ya somos más de 100 organizaciones”.


Más información:

http://www.coalicion.org.ar/


http://www.periodistasunidos.com.ar/n.asp?id_categoria=18&id_noticia=6536

14 julio 2008

Costa Rica: Emisoras AM se niegan a morir

Aunque pocos dicen oírlas, digitalización podría volverlas más atractivas Sergio Morales Chavarría

¿Hace cuánto escuchó radio en AM? ¿Tiene entre sus emisoras favoritas alguna en esta banda? Si nos guiamos por las estadísticas es probable que sus respuestas sean muy desalentadoras para quienes transmiten en la amplitud modulada.

En Costa Rica, la frecuencia modulada (FM) es la que atrae a más oyentes, pues es donde están la mayoría de estaciones.

Según el Estudio General de Medios, que realiza la firma Ipsos Media Costa Rica, de todas las personas que escucharon radio, solo el 5% dijo que sintonizó amplitud modulada (AM). De este grupo, el 55% está ubicado en San José.

A inicios de la década de los 80, los radiodifusores optaron por tener sus negocios en la FM, principalmente porque la calidad del sonido es mejor que en AM.

Desde ese entonces, la AM perdió atractivo, incluso las emisoras más grandes que nacieron en esa banda optaron por replicar sus operaciones en FM.

En este momento, la Cámara Nacional de Radio (Canara) tiene afiliadas 46 emisoras en FM y 26 en la AM.

Las emisoras en AM ahora esperan poder sobrevivir y mantener sus transmisores encendidos, antes de que pasen al olvido por parte de los oyentes y de los anunciantes, quienes pautan poco en esa parte del dial. Incluso, la empresa de monitoreo de publicidad MediaGurú solo da seguimiento a una estación.

Tres factores garantizarían la subsistencia e incluso el resurgimiento de esas estaciones. Los primeros son la especialización de las emisoras en diferentes temas, como por ejemplo las religiosas o las destinadas a atender una área específica.

El tercero es el que promete más cambios, se trata de la digitalización de las emisoras, es decir, pasar a una transmisión de datos en lugar de ondas.

Con este cambio, la AM espera mejorar la calidad de su sonido y competir en mejores condiciones con la FM.

Para Luis Enrique Ortiz, presidente de Canara, el número de emisoras se ha mantenido igual y lo mismo sucede con los oyentes. Pese a eso, este gremio conformó la denominada Comisión AM para darle más impulso a este segmento.

Para Iván González, director de información de medios y mercado de OMD (planificación publicitaria), las AM deben planear una estrategia más clara sobre lo que quieren hacer a largo plazo antes de que la audiencia los abandone totalmente.

En comunidades

Luis Gustavo Jiménez es el propietario de Radio 16, ubicada en Grecia y tiene 28 años de operación. Para él, su estación ha podido subsistir sin problemas hasta ahora, pero reconoció que la banda de AM es despreciada por anunciantes.

Jiménez es uno de los que cree que la diferenciación de las estaciones debe empezar por concentrarse en atender comunidades específicas y así atraer a los anunciantes de esa zona.

El empresario aseguró que la llegada de la radio digital representará el renacer de la AM, sin embargo, para esto se requerirá de una fuerte inversión.

“Hay que invertir unos $50.000 para emitir una señal digital con la ventaja de que la calidad será igual a la FM”, dijo Jiménez.

Aunque la incorporación de tecnología digital le promete a la AM mayor calidad y mejor cubertura geográfica, faltará algún tiempo para que se implemente por completo en el país, pues es necesario que el Estado defina cuál será el sistema por el cual se difundirá la señal.

Cambios en contenido


El contenido en la programación de las emisoras será clave. Para poder resurgir, tendrán que adoptar prácticas que antes tenían algunas de las radios, por ejemplo información de las comunidades o programas de opinión.

Víctor Loría, administrador de Radio Nueva, de Guápiles, y Jiménez advirtieron que cuando ocurra la digitalización, las emisoras de AM deberán evitar ser 100% musicales.

Gustavo Piedra, dueño de Radio Victoria de Heredia y presidente de la Comisión AM, aseguró que actualmente la principal competencia para las musicales son las tecnologías de reproducción de música.

Con la llegada de los Ipod cualquier persona ahora puede tener su propia estación musical con una programación definida que puede durar semanas.

Por ese motivo es que las emisoras deberán concentrarse en agregar contenidos de utilidad a sus programaciones, especialmente aquellos que estén relacionados directamente con las comunidades más cercanas.

“El futuro de la AM es promisorio y las radios comunitarias continuarán existiendo. No debemos aspirar a ser emisoras nacionales”, dijo Piedra.

Impulso


La Comisión AM de Canara reestructura un programa denominado Onda AM, para que las emisoras que lo deseen lo transmitan en un enlace nacional para garantizar una cobertura más amplia y, por lo tanto, atraer a más anunciantes.

Otro de los trabajos de este grupo es la búsqueda de financiamiento para que las empresas obtengan recursos para los equipos digitales. La tarea es difícil porque los bancos se niegan a aceptar los equipos como garantía, aunque con el ahorro de electricidad que generarían, sería suficiente para pagar los préstamos, dijo Ortiz.

El costo de operación de las AM también pone cuesta arriba a estas emisoras, pues los transmisores consumen más electricidad y tienen menos potencia en comparación con los de FM.

Gustavo Jiménez, de Radio 16, explicó que un transmisor en FM de 100 vatios abarca todo el Valle Central, mientras que en AM un equipo de 3.000 vatios la señal puede llegar a 30 kilómetros.

Los equipos digitales son la promesa, pues bajarían los costos porque el consumo de energía sería menor.

http://www.elfinancierocr.com/edactual/negocios1609035.html