20 junio 2007

Convergencia tecnológica y participación popular

Dafne Sabanes Plou Alai

Se están cumpliendo 20 años del "boom" de las radios comunitarias en Argentina, que entre 1985 y 1990 sorprendió al país con la creación de casi 3 mil radios de baja potencia. Estas emisoras lograron, en poco tiempo, abrir los micrófonos a miles de radialistas populares, a la participación del vecindario y de la gente común e influir sustancialmente en la programación radial comercial, con la creación de nuevos formatos en los que tenía un papel central la opinión ciudadana, sin jerarquías ni condicionamientos. Siendo la radio en Argentina el medio más popular y con un alto grado de credibilidad por parte del público, las emisoras comunitarias jugaron un rol fundamental para el fortalecimiento del debate democrático en el país.

Si bien buena parte de estas radios ya no existen, continúan trabajando con firmeza unas 500 emisoras de este tipo, que siguen fortalecidas por estar sustentadas por proyectos sociales y populares firmes y por un compromiso con la democratización de las comunicaciones capaz de confrontar una vieja ley aún vigente, la Ley 22.285, que fue dictada durante la última dictadura militar y continúa privilegiando los intereses de las grandes empresas comerciales de la comunicación, concentradas en un puñado de no más de media docena de influyentes multimedios.

La mayoría de estas radios no comerciales están afiliadas a FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias) y una parte de ellas es miembro de AMARC (Asociación Mundial de Radios Comunitarias) y/o de ALER (Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica). El apoyo de las organizaciones internacionales de comunicación fue importante durante los años de lucha por la legalización de estas emisoras, fuertemente combatidas por las radios comerciales que las vieron como intrusas en el dial y llegaron a tildarlas de "clandestinas" y "usurpadoras". Luego de una lucha sustentada por las propias emisoras, las organizaciones sociales y el movimiento popular que tuvieron con ellas la posibilidad de participar en el debate cotidiano de ideas y políticas, las radios comunitarias lograron que se les extendieran permisos precarios para continuar con las transmisiones, que continúan vigentes hasta el día de hoy.

El panorama actual ofrece la existencia de radios de muy variados orígenes y una tendencia interesante a la creación de radios o de programas radiales por parte de organizaciones sociales, escuelas, grupos de interés, entidades de bien público, asociaciones de trabajadores, movimientos campesinos e indígenas. Esta tendencia se ve fortalecida por el abaratamiento de los equipos para la transmisión radial y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el trabajo cotidiano de las emisoras.

Convergencia tecnológica y participación ciudadana

Uno de los talleres más exitosos que ofrece la radio comunitaria La Tribu, creada en 1989 por un grupo de jóvenes estudiantes de Periodismo y Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires, es el titulado "Hacé tu radio". Este taller reúne periódicamente a personas de todas las edades y de las más diversas organizaciones y entidades, que ven en la posibilidad de salir al aire con sus programas una oportunidad para crear y alentar más participación en los proyectos en los que están involucradas.

En estos talleres se hace evidente que para muchos de los grupos y organizaciones que se acercan por primera vez a la experiencia radial, la convergencia tecnológica es una práctica sustancial para su proyecto comunicacional, en el que están dispuestos a aunar prensa escrita, audios y elementos visuales con fotografías, presentaciones con diapositivas y hasta videos breves. No hay duda que los nuevos dispositivos tecnológicos que permiten digitalizar imágenes y sonido y el podcasting han facilitado esta tarea, como también han desafiado la creatividad de emisores y receptores. Por lo general, las radios cuentan con su propio sitio Web que actualizan constantemente y están también presentes en los sitios Web de las organizaciones de las cuales son miembros, desde donde los oyentes pueden acceder a su programación.

Así como en muchas radios comunitarias existen ahora telecentros barriales que han abierto sus puertas a nuevas formas de comunicación por computadora, también hay telecentros desde donde comienzan a transmitirse mensajes o programación radial. El denominado "streaming", que permite la emisión de productos puntuales por Internet sin necesidad de tener que llenar una grilla de programación de muchas horas, facilita que esfuerzos radiales específicos tengan una excelente cobertura y puedan ser escuchados por cientos de oyentes. Las TIC también son utilizadas para editar la programación, obtener, compartir y almacenar recursos, información, música y audios, y mantener una comunicación fluida con la audiencia, cada vez más inquieta y activa. A esto vale agregar el teléfono móvil que permite que ya no se precise que los reporteros en exteriores cuenten con grandes equipos para poder transmitir, sino que con la ayuda de un pequeño teléfono celular de bajo costo, con su tarjeta prepaga, pueda recoger testimonios, informar al minuto y participar de los hechos sin trabas, incluso enviando imágenes al sitio Web de la emisora. Los avances tecnológicos también han permitido la instalación de radios abiertas como apoyo a campañas en la vía pública, petitorios y marchas, reforzando así la visibilidad y repercusión del esfuerzo. La Corriente Clasista y Combativa, entre otros, se caracteriza por realizar un uso muy creativo de la radio abierta en sus movilizaciones y acciones gremiales.

Es interesante señalar que, debido a la buena repercusión de la tarea de las radios comunitarias, éstas han pasado a ser elementos indispensables en la tarea de los movimientos de base. El gobierno nacional, en más de una oportunidad, ha decidido apoyar estas iniciativas en lugares donde la existencia de estas emisoras no produce tanto escozor en las grandes corporaciones de la comunicación. Es así como en 2005 el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) reconoció oficialmente a la radio comunitaria FM Pocahullo, de la comunidad mapuche de Linares, provincia de Neuquén en la Patagonia argentina. Esta radio había sido creada en 1999 por un grupo de jóvenes indígenas y en la actualidad es parte de un proyecto comunitario integral.

En otra experiencia singular, la FM Radio Gráfica "Recuperando el aire" funciona en una de las empresas recuperadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, luego de la crisis económica de diciembre de 2001. Esta emisora fue instalada en la imprenta Cooperativa Gráfica Patricios y su programación está a cargo de los trabajadores y trabajadoras. Si bien por el momento su alcance es limitado, esta radio está abierta a la participación de los alumnos de la escuela secundaria y del centro cultural que funcionan dentro de la cooperativa. También en el mismo barrio de Buenos Aires, el Movimiento Territorial Liberación construye cooperativamente un barrio de 334 viviendas, incluyendo espacios comunitarios, escuelas y locales comerciales. Dentro de los espacios para el uso de la comunidad, han previsto el local para la radio comunitaria que es la expresión de los grupos barriales activos en la lucha por una vivienda digna.

Un espacio especial merecen las radios rurales pertenecientes al Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE). Estas radios se caracterizan por su militancia en defensa de las familias campesinas cuyas propiedades están amenazadas por los grandes terratenientes, por su lucha ecologista y por su cuestionamiento de las políticas agrícolas que no tienen en cuenta las necesidades alimentarias de la población, sino que sólo piensan en producir para el mercado internacional.

En la acción política, la organización "Jóvenes de Pie", del Movimiento "Barrios de Pie", alienta los talleres de capacitación en comunicación social y periodismo para incentivar el uso de la prensa y la radio populares con el fin de expresar las necesidades y los derechos de la población. Los nuevos medios de comunicación creados por este movimiento, con la colaboración de universidades y agrupaciones estudiantiles, han permitido construir conocimientos desde la gente y vincular la capacitación con proyectos concretos de comunicación barrial.

Para lograr una legislación que responda a la democratización de las comunicaciones en Argentina, un número importante de organizaciones sociales, sindicatos, agrupaciones estudiantiles y asociaciones de comunicadores se agruparon en 2005 en la Coalición para una Comunicación Democrática. Si bien se presentó un pedido para la sanción de una nueva ley de Radiodifusión que contemple los derechos a la comunicación de toda la población, los avatares políticos, las presiones de los multimedios y la falta de debate público sobre el tema han impedido avances significativos en este camino. Mientras tanto, las organizaciones de la sociedad civil interesadas en lograr estos cambios saben que la tarea exige continuar insistiendo ante las autoridades y también trabajar para crear conciencia en la ciudadanía de que otra comunicación es posible, pluralista y democrática, sin ataduras a intereses corporativos de ninguna índole.

(Este artículo forma parte de la revista de ALAI América Latina en Movimiento Nº 421, que versa sobre el tema "Comunicación: democratización, ciudadanía y medios comunitarios", de próxima circulación)

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=52368

Democratizar la comunicación

por Osvaldo León y Sally Burch (ALAI)

“Sin democratización de la comunicación, no hay democracia” fue una proclama, un grito, que se extendió por Latinoamérica a inicios de los ’80, particularmente en aquellos países del Sur que transitaban de las tinieblas dictatoriales a fórmulas constitucionales. La premisa era simple, pero contundente, por ser universalmente aceptada: la vitalidad de la democracia depende de la participación ciudadana, para lo cual resulta fundamental que los diversos sectores ciudadanos estén debidamente informados y puedan expresar sus particulares puntos de vista al conjunto de la sociedad, condición que solamente puede garantizarse con la democratización de la comunicación.

Para entonces, en un sentido general, estaba presente el hecho de que gran parte de los medios establecidos o fueron puntales para el establecimiento de tales dictaduras o se acomodaron a ellas, sea por la censura o autocensura, para medrar de un entendimiento tácito que permitió que se levanten monopolios a cambio de favores efectivos pero nunca dichos, como el silenciar las voces de las fuerzas políticas de oposición y de los movimientos sociales.

Pero en tal proclama también estuvo presente la voz y anhelo de un sinnúmero de esfuerzos y experiencias alternativas, que con un sentido popular, comunitario, de base, etc., buscaban desde anteponer contrapuntos a segmentos del manejo mediático, hasta formular respuestas globales, en un sentido anti-hegemónico, pasando por un conjunto híbrido, pero con un común denominador: la filiación a lo que fue el movimiento en torno a las “políticas nacionales de comunicación” que dio sustento a la demanda por un Nuevo Orden Mundial de Información y Comunicación (NOMIC).

Aunque no faltaron los respaldos y simpatía de las fuerzas sociales organizadas con esta causa, el hecho es que no dieron el paso para apropiarse de ella, para hacerla suya; fue como si se tratara de un asunto circunscrito a quienes están directamente vinculados al campo comunicacional, cuando en realidad es ante todo un asunto de ciudadanía. A la postre, ello redundó en que pase a ser una de las asignaturas pendientes de las luchas sociales, aunque en ella han perseverado un contingente de colectivos para mantenerla vigente y, de a poco, con un trabajo de hormiga, ir pugnando para que la lucha por la democratización de la comunicación pase a ocupar el sitial que se merece en las luchas sociales contemporáneas.

En el plano de la gestación y proyección de respuestas en el terreno, el acumulado que la comunicación alternativa, popular, dialogal, horizontal, etc. había logrado entre finales de los ’70 e inicios de los ’80, prácticamente se desparramó ante el impacto brutal de las políticas neoliberales, en la medida que afectaron el sentido mismo de organización social con la premisa individualista del “sálvese quien pueda”. Fueron, sin duda, momentos difíciles, pero la llama permaneció encendida.

¿Dónde queda la sociedad?

Con los acelerados avances de las tecnologías de información y comunicación registrados en los últimos tiempos, no solo se ha establecido un nuevo escenario en este campo, sino que éstas han repercutido en las diversas esferas del convivir social de manera profunda. En este contexto, el poder que han venido acumulando los medios de difusión les ha llevado a una virtual ocupación del espacio público, que les permite actuar con una agenda política y económica propia, estableciendo lo que tiene o no pertinencia social. Al punto que, en los tiempos que corren, ante el descalabro de los partidos políticos del establecimiento, prácticamente han pasado a cumplir el rol de articuladores de tales sectores, incluso como cuasi partidos. Todo esto, en medio de la febril competencia mercantil que desdibuja seriamente el carácter de servicio público de los medios de comunicación y la responsabilidad social que tienen, lo cual va acompañado de intentos por desbaratar cualquier norma legal que pudiera restringir el control corporativo del sector.

Es por ello que va cobrando fuerza la demanda de un amplio debate público sobre el rol de los medios en las sociedades democráticas contemporáneas, el sistema de propiedad, el carácter de los medios públicos, la libertad de expresión, etc. que precisamente ha sido una de las banderas de quienes impulsan el reconocimiento del Derecho a la Comunicación y la democratización de los medios.

Sean O'Siochrú, de la Campaña por los Derechos de la Comunicación en la Sociedad de la Información (CRIS) (1), al referirse a los diferentes pasos del proceso de comunicación en la sociedad -creación y propiedad del conocimiento, procesos y medios para la difusión y la comunicación, su uso para alcanzar metas políticas, económicas y sociales-, y quienes ejercen el control sobre ellos, señala que: "El peligro inminente es que cada momento del ciclo se está atando a las necesidades del capital y del mercado. El peligro en última instancia es que el ciclo del proceso de la comunicación en la sociedad sea interrumpido, que el proceso de aprendizaje social se haga cada vez más débil, y que al final el proceso de la creatividad sea transformado y reducido a la generación de ganancia a corto plazo, en forma insostenible, para una pequeña minoría". El evoca el concepto y la práctica de los "derechos de la comunicación", que pueden ayudar a "evaluar críticamente y entender estos peligros, pero también para ayudarnos a organizar soluciones integrales para abordarlas".

Sería oportuno retomar el concepto de la comunicación como derecho humano, indispensable para el ejercicio de ciudadanía, para reencaminar el debate que se ha abierto en los últimos meses en América Latina en torno a la libertad de expresión -particularmente a raíz de la decisión del gobierno venezolano de soberana y legalmente no renovar la concesión de frecuencias de RCTV-, puesto que la tendencia ha sido polarizar el debate entre medios comerciales y gobierno, como si fueran los únicos actores.

Con la conquista del espacio público, de manera sistemática los medios pretenden erigirse en representantes de la sociedad. Pero no queda claro que las grandes mayorías se sientan representadas por ellos, siendo que, por lo general, solo hacen referencia a los sectores populares como víctimas de desastres o protagonistas de la violencia social y la criminalidad. ¿Qué hay de la libertad de expresión de estos sectores y su derecho de hacer oír sus propuestas, demandas y críticas? ¿Qué mecanismos existen para defender el derecho a la información de la ciudadanía, frente al control dominante y crecientemente monopólico de los sectores de poder económico en el ámbito de la comunicación?

La reemergencia en el continente de expresiones organizadas que pugnan por democratizar la comunicación está contribuyendo a este replanteamiento del debate. Dos de sus recientes logros incluyen la aprobación de una ley de radiodifusión comunitaria en Uruguay, y en México la decisión de la Corte Suprema de declarar inconstitucional partes de la llamada "Ley Televisa", que consagraba el monopolio privado en la televisión. Estas expresiones, incluyen desde las redes y campañas que impulsan el reconocimiento e implementación de derechos y marcos legales, hasta los medios alternativos y comunitarios que apuntan a desbloquear la expresión de la ciudadanía, además del análisis de investigadores que acompañan estas causas. Son iniciativas como éstas y las articulaciones que se van tejiendo entre ellas y otros movimientos que luchan por la justicia social, las que están sentando las bases para que la democratización de la comunicación se haga realidad.


Nota(1) O'Siochrú, Sean, "Los Derechos de la Comunicación y la Campaña CRIS", América Latina en Movimiento, ALAI, No 399-400, Quito, Sept. 12 2005.

- Este artículo forma parte de la revista de ALAI América Latina en Movimiento Nº 421, que versa sobre el tema “Comunicación: democratización, ciudadanía, medios comunitarios”, que ya está en circulación.

* Fuente: Agencia Latinoamericana de Informacion

http://piensachile.com/content/view/2738/20/

18 junio 2007

Diputados aprueban ley de radiodifusión comunitaria

El martes 5 de junio de 2007, la Cámara de Representantes de Uruguay aprobó por amplia mayoría (49 votos en 59 presentes) un proyecto de ley que regula y reconoce la existencia de un tercer sector en la radiodifusión: la radio y TV comunitaria, que será ofrecido por asociaciones civiles sin fines de lucro.

En la ley se destaca el reconocimiento que la radiodifusión es "un soporte técnico para el ejercicio, preexistente a cualquier intervención estatal, del derecho humano a la libertad de expresión y la libertad de información". El espectro radioeléctrico será considerado como "un patrimonio común de la humanidad sujeto a administración de los Estados y por tanto el uso equitativo a las frecuencias de toda la sociedad uruguaya constituye un principio general de su administración".

Establece varios principios rectores para orientar democráticamente la administración de las frecuencias por parte del Estado como la "promoción de la pluralidad y diversidad" como un objetivo estratégico; la "no discriminación y garantías" para una "igualdad de oportunidades para el acceso" y la "transparencia y publicidad en los procedimientos y condiciones de otorgamiento".

Los principios anteriores fueron votados por la unanimidad de los legisladores.

El texto de la ley define a las radios y televisoras comunitarias como servicios "no estatales de interés público, prestado por asociaciones civiles sin fines de lucro" y orientado a "satisfacer las necesidades de comunicación social y habilitar el ejercicio del derecho a la información y libertad de expresión de los habitantes de la República".

Expresamente señala que no existen limitaciones previas ni arbitrarias al ejercicio de la libertad de expresión por medios comunitarios, tales como potencia, cobertura territorial o de cantidad de emisoras por localidad. "En ningún caso se entenderá", dice, que este servicio "implica necesariamente un servicio de cobertura geográfica restringida, estando definido por su finalidad pública y social y no por el alcance de la emisión, el cual dependerá de la disponibilidad y planes de uso del espectro y la propuesta comunicacional de la emisora".

La ley establece por primera vez en Uruguay el otorgamiento a frecuencias por concursos abiertos, transparentes, públicos y no discrecionales, previa audiencia pública, y establece, en consonancia con las recomendaciones de la Organización de los Estados Americanos (OEA) al respecto, una reserva de espectro para medios comunitarios y otros no comerciales.

Siguiendo las buenas prácticas de las legislaciones de Colombia, Ecuador, Venezuela, Bolivia y Perú, no se confunde su carácter no lucrativo con la capacidad de obtener recursos económicos para su funcionamiento. Para asegurar su "derecho a asegurar su sustentabilidad económica, independencia y desarrollo", el texto aprobado por los diputados habilita a las emisoras comunitarias a "obtener recursos, entre otras fuentes, de donaciones, aportes solidarios, auspicios, patrocinios y publicidad incluso oficial, de la cual no serán discriminadas".

Sin embargo, para dar transparencia al uso de dichos recursos y evitar que se desvirtúe el sentido no lucrativo de las emisoras, se exige que "la totalidad de los recursos" deberá ser "invertida en el funcionamiento y mejoras en la prestación del mismo y el desarrollo de los objetivos del Servicio de Radiodifusión Comunitaria". Estarán obligadas a realizar auditorías periódicas para su efectivo control.

Otra innovación importante de la ley es la creación de un Consejo Honorario Consultivo, integrado por una mayoría de miembros de la Sociedad Civil y universidades públicas y privadas, junto a representantes del Estado, que observarán y participarán de todo el proceso de otorgamiento y renovación de las frecuencias.

Aunque no es un órgano que tome decisiones, su creación aumenta los grados de transparencia y control ciudadano de la gestión del Estado en un tema tan sensible para la libertad de expresión, aspecto que ha estado en debate público en las últimas semanas en el continente americano.

El proyecto inicial, ingresado al Parlamento en 2005 con el respaldo de la bancada de legisladores oficialistas, es una iniciativa elaborada por un importante grupo de instituciones y organizaciones sociales. La coalición está integrada por AMARC (Asociación Mundial de Radios Comunitarias), la asociación nacional de periodistas APU (Asociación de la Prensa Uruguaya), la Universidad de la República (pública), organizaciones de derechos humanos como IELSUR e ISODE, la Federación de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM) y la central de trabajadores del país (PIT-CNT).

El proyecto fue aprobado luego de casi un año y medio de discusiones en la Cámara, donde fueron escuchados todos los actores involucrados, a pesar de las fuertes presiones de los gremios de empresarios de la radiodifusión. Sus esfuerzos estuvieron dirigidos a restringir la libertad de expresión de las organizaciones sociales exigiendo a los diputados que establecieran limitaciones previas y arbitrarias en la cobertura de las emisoras, no permitir su acceso a la TV y la prohibición de contar con recursos económicos para funcionar y ser medios independientes.

Ver el texto aprobado completo en: http://legislaciones.amarc.org/
URU_Proyecto_Ley_Radiodifusion_Comunitaria_05062007.pdf

MÁS INFORMACIÓN:

Para mayor información, comunicarse con Gustavo Gómez, Director Programa de Legislaciones y Derecho a la Comunicación, Asociación Mundial de Radios Comunitarias, América Latina y el Caribe (AMARC-ALC), Luis de la Peña 484 Ap.2, 11900 Montevideo, Uruguay, teléf:+598 23 092824, +598 99 660373, correo electrónico: gusgomez@chasque.net, sitio Internet: http://legislaciones.amarc.org

http://www.ifex.org/es/content/view/full/83972/

María Pía Matta: "El espectro radioeléctrico es un bien común, como el aire"

Nacional, 07/06/2007 • El País • Txema G. Crespo.— María Pía Matta (Valparaíso, Chile, 1959) ha pasado por Bilbao para participar en un seminario sobre los nuevos desafíos que afronta la radiocomunicación alternativa en un momento de cambios legislativos y sociales. Matta está considerada una de las pioneras de las radios comunitarias de Latinoamérica, forma parte del Consejo de la Sociedad Civil del Gobierno chileno y resume en pocas palabras su ideario: "El espacio radioeléctrico es libre y debe contar con la representación del Estado, las empresas y la sociedad civil, los tres pilares que mantienen la sociedad".

Pregunta.- Preside la Asociación Mundial de Radios Comunitarias en América Latina y el Caribe, que agrupa a más de 300 socios. ¿Cuál es su tarea?

Respuesta.- La esencia de nuestro trabajo es llevar adelante acciones relacionadas con el derecho a la comunicación de los ciudadanos. Tratamos de hacer comprender a los gobiernos que deben fomentar legislaciones relacionadas con la radio y la televisión que apuesten por la diversidad y la libertad de expresión. Intentamos hacer más rica la democracia.

P. ¿A qué se refiere cuando habla de radios comunitarias?

R. Son los proyectos que surgen de experiencias de organización barrial o de un grupo de personas con intereses comunes, sin ánimo de lucro, que cuentan con distintas maneras de buscar recursos para su mantenimiento, siempre organizados desde la colectividad.

P. A su entender, las radios convencionales dejan de lado determinados contenidos.

R. Por lo menos en América Latina, donde hay muy poca tradición de radio pública, estamos asistiendo a una compra de emisoras por trasnacionales que puede llevarnos un día a que se emita desde Miami para el resto del continente. Y los medios de comunicación tienen un aspecto de servicio público que no hay que olvidar. Cuanto más vertical es la propiedad, mayor secretismo en los contenidos informativos.

P. El funcionamiento de los medios de comunicación se enmarca dentro de las leyes del libre mercado.

R. El espectro radioeléctrico es un bien común como el aire y el agua, que no pertenece ni al Estado ni a las empresas. La actual situación, basada en la potestad de los gobiernos para otorgar licencias, y en el presunto derecho de preferencia de las empresas ante la renovación de su frecuencia, debe cambiar.

P. ¿Qué le parece el caso de Radio Caracas Televisión (RCTV) y su clausura por el Gobierno de Hugo Chávez?

R. Lo que ha ocurrido con RCTV está mal. Es un ejemplo de lo que le he comentado antes. El Estado ha abusado en la no renovación y RCTV también ha actuado con prepotencia. El Gobierno debería haber sacado esa frecuencia a concurso; el Estado tiene que ejercer en función del bien común y la sociedad civil debe tener su espacio.

P. ¿Existen frecuencias para todos?

R. Sí, asumiendo que el espacio radioeléctrico es finito. Por ello, se debe dividir en tres partes: el Estado, las empresas y la sociedad civil. Además, tenemos la digitalización, que supondrá la ampliación de este espacio y la posibilidad de entrada de nuevos actores.

P. ¿Por ejemplo?

R. La producción de contenidos locales está desapareciendo de los medios audiovisuales. Y luego están determinadas comunidades de intereses, como las asociaciones de mujeres o los ecologistas, que tienen sus preocupaciones propias. Hay que respetar el derecho a la comunicación de la ciudadanía

http://eldial.net/noticias/noticia.asp?Id=15805

14 junio 2007

El control de los medios de comunicación por monopolios empresariales

Adital -
Por Diego Olivera

Todas las naciones del mundo regulan, de una u otra manera, las concesiones para radios y televisoras. La Declaración de Principios sobre la libertad de expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA) invita a los gobiernos a manejar las concesiones de permisos con un criterio democrático, que evite la conformación de monopolios y que contribuya a la participación más amplia de los ciudadanos en el uso de esos espacios públicos.

Recientemente México fue objeto de censura por la sanción de una ley que concedió casi a perpetuidad los permisos para Televisa -una las cadenas privadas más poderosas del continente- y permitía la concesión discrecional de un organismo del Estado.

El periodista español David Carracedo acaba de publicar un exhaustivo informe en el que muestra que en los últimos años 293 medios de todo el mundo sufrieron clausura, revocación o no renovación de sus licencias: 77 emisoras de televisión y 159 radios en 21 países. Sólo en Colombia, 76 radios comunitarias fueron clausuradas.

Los intentos en el continente por crear y desarrollar radios comunitarias -consideradas "piratas" en muchos países- enfrentan la represión, y proyectos de ley que pueden enviar a la cárcel a los impulsores de estas emisoras de corto alcance y al servicio de comunidades. En Uruguay hay al menos dos proyectos de ley que condenan con prisión a los impulsores de las emisoras comunitarias, presentados por legisladores del Partido Nacional en la década de los 90 y que continúan presentando en cada nuevo período legislativo.

En el anterior gobierno colorado encabezado por Jorge Batlle, varias emisoras comunitarias fueron clausuradas y sus equipos confiscados sin que ningún organismo internacional se pronunciara al respecto. Lo mismo sucede en casi todo el continente. Las clausuras de emisoras comunitarias es algo cotidiano en países como Colombia y Guatemala. En Suecia se acaba se clausurar un programa, antes de salir al aire, por una broma de pésimo gusto del equipo de producción contra el primer ministro conservador.

167 MILLONES DE DÓLARES

Está claro que la pelea en Venezuela en torno a Radio Caracas Televisión (RCTV) no tiene nada que ver con la libertad de expresión y de prensa. La emisora puede transmitir libremente por cable u otros sistemas. Sólo no se le extendió el permiso para la transmisión por canal abierto. Nadie puede transmitir por canal abierto sin permiso previo del Estado en ningún país del mundo.

La posibilidad de transmisión por canal abierto es tentadora porque permite llegar a cualquier aparato de televisión con una antena, y hasta ahora -salvo las televisoras estatales- ese ha sido un coto de grandes empresas. La torta de publicidad de RCTV era de unos 167 millones de dólares por año. En realidad eso es lo que defienden el "derecho" de transmisión para RCTV. La propaganda, las editoriales contra el gobierno de Hugo Chávez, pueden continuar por cable o por internet, la publicidad seguramente será menor en esos medios.

El mercado de la publicidad en la televisión es de alrededor de 500 millones de dólares anuales, y esa torta se rpartía entre tres cadenas de televisoras privadas.

CONTROL DE LOS MEDIOS

Hace pocos días, el periodista Ernesto Carmona, publicó un artículo donde revela que "diez mega corporaciones poseen o controlan los grandes medios de información de Estados Unidos: prensa, radio y televisión. Esa decena de imperios controla, además, el vasto negocio del entretenimiento y la cultura de masas, que abarca el mundo editorial, música, cine, producción y distribución de contenidos de televisión, salas de teatro, Internet y parques tipo Disneyworld, no sólo en el país del norte sino en América Latina y el resto del mundo".

Carmona agrega que "En EEUU la información fue suplantada lisa y llanamente por la propaganda corporativa. Dejó de existir el "derecho a la información", garantizado por la Primera Enmienda de la Constitución. Los ciudadanos estadounidenses perdieron su derecho a la información veraz y oportuna sin darse cuenta y sin que hayan sido formalmente derogados. Las frecuencias para las señales de radio y televisión constituyen un bien público, de toda la sociedad, pero su control pasó a manos de unos pocos mega-imperios mediáticos ".

Ese esquema de poder y concentración de medios se repite en el continente latinoamericano. En México funcionan dos poderosas cadenas, una dominada por Televisa de la familia Azcárraga y vinculada al Grupo Cisneros de Venezuela, también propietarios de medios de comunicación y una de las mayores fortunas del mundo, y Azteca América, de Ricardo Salinas Pliego y sus socios Pedro Padilla Longoria y Luis Echarte Fernández, ambas con inversiones en Estados Unidos. También el Grupo Prisa, propietario del diario español "El País" tiene medios de comunicación en América Latina, asociado en México a Televisa, y propietaria de la poderosa Radio Caracol de Colombia, y otras emisoras en Perú, Chile, Bolivia, Panamá, y Costa Rica.

En Argentina, los medios de comunicación están controlados por pocas familias. Por ejemplo, la poderosa cadena de Telefé, está controlada por Editorial Atlántida del Grupo de la familia Vigil y por New Corporation del empresario australiano Rupert Murdoch.

Lo mismo el Grupo del diario Clarín, con inversiones en los países vecinos, encabezado Ernestina Herrera de Noble, Hector Horacio Magnetto, José Antonio Aranda y Lucio Rafael Pagliaro, y el 18% restante está en manos del banco de inversión estadounidense Goldman Sachs.

Así, el Diario La Nación, otro de los grandes grupos argentinos, es propiedad de Matilde Noble Mitre de Saguier en un 66% y en un 10% por Bartolomé Mitre.
En Brasil, el grupo O Globo, es propietaria de la influyente familia Marinho, originaria de Río de Janeiro, asociada al magnate mexicano Carlos Slim. Junto a los Marinho, también se han consolidado en los últimos 20 años poderosas familias en los medios brasileños como los Sirotsky, dueños del grupo RBS, los Civitas, propietarios de Abril, y los Frías, impulsores de Folha.

En sus manos está ahora la comunicación brasileña, si bien la presencia extranjera, especialmente de empresas como Televisa o Grupo Cisneros, es cada vez mayor. Incluso Telmex, la operadora de Carlos Slim, está a punto de pasar a controlar Net Serviços, primera compañía de cable hasta ahora propiedad de O Globo.

Cuando las cadenas de televisión en América Latina comienzan a reclamar por la libertad de prensa, están en realidad reclamando por la libertad de seguir lucrando y emitiendo "su mensaje", bastante alejado de los intereses de los pueblos.

Hay pocos datos disponibles sobre los montos de publicidad en América Latina, pero por ejemplo, en 2005, la inversión publicitaria en Argentina fue de 4.148 millones de dólares, y el 28,4 por ciento fue para la TV, seguida por 26,6 en los diarios.

La Inversión publicitaria de Latinoamérica en 2005, en los 9 países relevados, fue de 13.575.690.000 de dólares. Brasil se ubicó como el país con mayor participación de la inversión publicitaria en Latinoamérica con el 42 por ciento a valor dólar, siguiendo México con el 22, Argentina con el 10, Colombia con 9, Chile y Venezuela con 5, Ecuador con 4, Perú con 2 y Uruguay con 1. En todos los casos, existe una clara preponderancia de la televisión y los diarios como receptores de esa inversión.

* Periodista - diegojolivera@gmail.com

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=27988

Televisión comunitaria en la Argentina: Ágora TV, una ventana para la liberación

Fuente: IRC Americas

Nunca antes en la historia de América Latina se ha visto una concentración de los medios de comunicación en las manos de tan pocos. En la Argentina, la concentración de los medios se remonta a la dictadura militar entre 1976 y 1983, cuando se censuró la mayor parte de la prensa y se implementaron leyes duras para evitar que se expresara oposición públicamente. La legislación de los medios de la época de la dictadura argentina sigue intacta hasta el día de hoy. A pesar de los desafíos legales, durante décadas pasadas han surgido grupos que producen medios alternativos e independientes para la televisión, la radio y el video, para oponerse a la información falsa de los medios de comunicación masiva.

Ágora TV es un colectivo de producción de televisión comunitaria que actualmente se transmite por la Internet. El proyecto alcanza a un público global de activistas y ciudadanos a nivel de base, cansados de los medios del status quo. El sitio ofrece producciones de video de todas partes de América Latina que tienen que ver con asuntos como conflictos laborales, movimientos sociales, luchas indígenas, y arte de video experimental. El Grupo Alavío, un colectivo de video con base en Buenos Aires, construyó el sitio web (www.agoratv.org) en el 2006 como una herramienta de organización y un espacio de medios alternativos para grupos que de otra forma no tendrían acceso a los canales de transmisión.

El activismo de video actual tiene raíces profundas en el cine y los movimientos artísticos de América Latina durante los años 60 y 70. Grupos en Argentina como Cine de la Base y Cine Liberación comenzaron un legado de cine político en el cono sur que narra las luchas de la clase obrera y de la liberación nacional. La televisión pirata, o la transmisión ilegal, tiene su origen en la dictadura cuando los grupos interceptaban señales de emisión, interrumpiendo la programación de televisión regular para televisar información sobre la resistencia clandestina a las desapariciones forzadas de activistas, trabajadores y estudiantes a manos del gobierno militar. Los grupos le hicieron frente a la persecución implacable y a la violencia—Raymundo Gleyzer, director de cine y fundador de Cine de la Base, fue desaparecido en 1976 por un grupo de comandos, mientras que muchos otros cineastas fueron forzados al exilio.

La dictadura usó las desapariciones no solamente para aterrar a la oposición sino también para garantizar las condiciones políticas necesarias para imponer el modelo económico neoliberal actual. La carencia de restricciones en cuanto a la propiedad de los medios y la muerte de las políticas públicas que promueven la diversidad de los medios han llevado al monopolio implícito de los medios que reina hoy día. Menos que un puñado de conglomerados de los medios ahora controlan la mayor parte de los medios de la nación. Clarín, Telefónica y Telecom son los conglomerados más grandes y entre ellos administran canales de televisión, noticieros, cable, internet, teléfono y radio.

La ley de emisión de radio argentina (Ley de Radiodifusión 22.285) se remonta a 1980, cuando la dictadura militar todavía estaba en el poder. El dictador Jorge Rafael Videla sancionó la ley, la cual les garantizó a los propietarios privados de los medios grandes ganancias, prometió apoyo a la dictadura de los mercados de los medios, y silenció a los periodistas para que no hicieran reportajes sobre el genocidio sistemático ocurriendo en la nación. Los grupos de comandos mataron a más de 100 periodistas durante la dictadura militar.

Desde la vuelta de la democracia a la Argentina en 1983, solamente se han efectuado reformas menores a la ley, pero siempre han sido para promover la propiedad privada y la concentración de los medios. Según la ley, solamente un grupo individual o comercial establecido en el país tiene el derecho de adquirir una licencia para emitir una señal de televisión o radio. Los grupos, cooperativas, o asociaciones comunitarias sin fines de lucro no tienen derecho a solicitar una licencia de emisión. Para las estaciones de radio y televisión comunitaria, esta ley es un remanente de los días del mando autoritario que literalmente ha bloqueado cualquier posibilidad de obtener permiso legal de emitir.

Los grupos corporativos se han beneficiado de esta ley y han homogeneizado mucha de la cobertura por parte de los medios del país. El ex presidente Carlos Menem privatizó las estaciones estatales o dirigidas por el gobierno de radio y televisión en 1990, concediéndole a las estaciones recién privatizadas el derecho a emitir hasta el 2005. Varios grupos económicos individuales han adquirido más de 24 licencias; a pesar de que la ley indica que un grupo económico individual puede poseer solamente un máximo de cuatro licencias. En 2005, el presidente Nestor Kirchner sancionó el decreto 527/05 que prorroga la licencias para los conglomerados de los medios por un período de gracia inicial de 35 años. Las tres estaciones más grandes de la nación seguirán en manos de los grupos económicos importantes: Daniel Hadad, el magnate derechista de los medios conservará el canal 9 hasta el 2019, el grupo Clarín poseerá el canal 13 hasta el 2025, y la compañía española Telefónica tendrá a Telefé (canal 11) hasta el 2025.

A través de Suramérica, los grupos han luchado para establecer estaciones permanentes de televisión comunitaria y se han enfrentado a desafíos crecientes debido a los ataques del gobierno y la carencia de infraestructura. Un ejemplo de esto fue Utopía TV. Utopía funcionó como una estación de televisión de 24 horas que se emitió en Buenos Aires entre 1992 y 1997. La programación incluía un noticiero diario de una hora que destacaba las luchas contra el neoliberalismo durante la administración del ex presidente Carlos Menem. La estación servía de portavoz para los ocupantes de terrenos, esparciéndose en esos momentos por las zonas suburbanas industriales de Buenos Aires, para los pensionistas que luchan por su dignidad tras trabajar una vida entera, para las Madres de la Plaza de Mayo, quienes luchaban contra las leyes de impunidad para los oficiales militares acusados de crímenes contra los derechos humanos. Grupos diversos participaron en la estación, dirigiendo programas de música y artes centrados en el activismo local.

Utopía nunca tuvo legalidad y la policía constantemente hizo redadas en la estación, situada en el piso 21 de un edificio de apartamentos en la vecindad de Flores. La policía confiscó su equipo en numerosas ocasiones, pero los activistas de medios de la estación aprendieron a construir sus propios transmisores, permitiéndoles reemplazar rápidamente cualquier equipo quebrado o confiscado. Muchas veces mientras estaban rodando en las calles, los participantes fueron arrestados y la policía rompió cámaras. La estación cerró finalmente debido a la persecución incesante de la policía.

Con un horizonte legal tan poco prometedor, muchos grupos han encontrado pocos incentivos para construir una estación de televisión comunitaria, a pesar de que los círculos activistas y las vecindades de clase obrera han expresado una necesidad desesperada de tener medios autónomos para publicar y unificar sus luchas. Una estación de TV dirigida por ciudadanos fortalece la sociedad civil al coordinar esfuerzos, compartir conocimientos, y mejorar la autoestima de los ciudadanos participando en ella. Ágora TV está haciendo justo eso—construyendo un espacio de exhibición e interacción para motivar a organizaciones y movimientos sociales para contar sus propias historias mediante videos.

DESAFÍOS CLAVES

  • Una ley de la época de la dictadura le prohíbe a los grupos, universidades, cooperativas, o asociaciones comunitarias sin fines de lucro obtener permiso legal para emitir televisión o radio.
  • Las estaciones de televisión comunitaria han tenido que librar batallas judiciales y luchar contra intentos de desalojo violentos.
  • Carencia de legislación para promover acceso público y diversidad de los medios.
  • Carencia de recursos para competir con las estaciones de televisión comerciales.
  • Pocos colectivos de medios tienen los conocimientos o experiencia para producir suficiente material para mantener una estación de televisión en el aire y en servicio.

Agenda alternativa: Un punto de vista de la clase obrera

Ágora TV es un proyecto alternativo de televisión comunitaria que se está emitiendo actualmente mediante el sitio web www.agoratv.org. El colectivo de video Grupo Alavío construyó el sitio como una iniciativa para lanzar una estación a nivel de toda la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, imprevistamente, el sitio web se ha convertido en una herramienta, con miles de televidentes por todo el mundo sintonizándose en sus computadoras para ver videos rara vez vistos en la televisión comercial. El objetivo de Ágora TV es que el público se apropie de los medios y los utilice como herramienta para el cambio social.

Ágora TV viene de la palabra griega ágora que significó originalmente una asamblea del pueblo completo, o la plaza pública donde la gente se reúne para practicar la democracia directa. El Grupo Alavío actualmente administra el sitio, pero Ágora TV es un espacio abierto para que los colectivos y grupos de video pongan sus propios videos. La idea es que los movimientos sociales y los productores de video usen Ágora TV como un espacio para hacer que sus voces sean escuchadas. La razón fundamental del proyecto es adaptar la tecnología de la Internet y ponerla en uso para el beneficio de la comunidad. El Grupo Alavío está esforzándose en socializar los entrenamientos de destrezas para que los grupos produzcan sus propios materiales audiovisuales y en transformar a los televidentes de consumidores pasivos a espectadores críticos. Ágora TV es una ventana de libertad que crea nuevas imágenes, que reflejan los intereses y las necesidades específicas de la clase obrera y de otros sectores explotados.

La lógica de Ágora TV en línea es simple: un espectador necesita una conexión de banda ancha al web y Flash, un programa que se puede descargar gratuitamente, para ver videos en línea. La página principal del sitio web ofrece una lista de las producciones más recientes que se alterna semanalmente. Los espectadores también pueden escoger videos según las campañas (por ejemplo, la aparición con vida del testigo desaparecido Jorge Julio López, libertad para los presos políticos, fin a la ocupación israelí de Palestina, etc.). Las secciones también se organizan según fechas históricas especiales, como el 70 aniversario de la guerra civil española, el trigésimo aniversario del golpe militar en Argentina, el Día Internacional de la Mujer, etc. Los videos también se organizan en secciones por tema: luchas obreras, desarrollo de movimientos autónomos, movimientos sociales, luchas ambientales, empresas recuperadas, presos políticos, género, luchas campesinas, pueblos indígenas, cultura popular, video experimental, videos musicales, derechos humanos y memoria histórica, son sólo algunos. Finalmente, el sitio web también se puede navegar según áreas geográficas. Los videos en la sección latinoamericana se organizan por país (Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela hasta el momento.)

Por más de 15 años, el Grupo Alavío ha participado en las luchas de la clase obrera y ha dedicado esfuerzos a apoyarlas con documentales sociales y políticos. El Grupo Alavío tiene como prioridad brindar tecnologías y destrezas de forma accesible para los sectores explotados mediante la democratización de la producción y el lenguaje audiovisual. A través de Ágora TV, el Grupo Alavío está proponiendo un cambio radical en cómo se crean, se manejan y se distribuyen los medios.


LOS CIUDADANOS DEMANDAN:

  • Reconocimiento legal del derecho de los movimientos sociales de crear nuestros propios medios que reflejen nuestros intereses y necesidades.
  • Dar fin a la persecución legal y a los ataques violentos en contra de los medios de comunicación de la comunidad.
  • Reformas de la ley de emisión de radio de Argentina para permitirle a grupos, universidades, cooperativas, o asociaciones comunitarias sin fines de lucro conseguir acceso a permisos de emisión.

LOS CIUDADANOS PROPONEN:

  • Construir un nuevo punto de vista de la clase obrera.
  • Democratizar los medios, brindándoles acceso a las ondas aéreas a todos los ciudadanos.

Legalidad vs. Legitimidad

A pesar de la ley de la época de la dictadura, los grupos como el Grupo Alavío están luchando por construir experiencias de televisión comunitaria. La idea es establecer legitimidad y después luchar por la legalidad. La lógica de los organizadores de la televisión comunitaria es bastante similar a la lógica de las empresas recuperadas de Argentina. Cuando no les quedaba otro remedio, los trabajadores decidieron asumir el control de las fábricas y tomar las riendas de la producción ellos mismos. Solamente más adelante, cuando obtuvieron el apoyo de la comunidad y probaron que podían administrar una fábrica, fue que exigieron legalidad. El estado hasta ahora no ha estado dispuesto a hacer cambios a la legislación de los medios; los activistas se han dado cuenta de que la única manera de hacer que la ley cambie es forzando a los legisladores a reconocer las demandas legítimas de los ciudadanos para el acceso a los ondas aéreas.

Además de Ágora TV, una serie de emisiones de televisión comunitaria se han difundido a través de los suburbios de Buenos Aires, incluyendo TV Piquetera , TV Claypole y TV Libre de Matanza. La TV Claypole y la TV Libre han adquirido transmisores de televisión de bajo poder y emiten dentro de un territorio específico, pero sin reconocimiento legal. La TV Piquetera transmite señales de TV pirata en vivo durante bloqueos de carreteras y emite desde vecindades en las zonas en que abunda la pobreza. La TV Piquetera comenzó en 2001 en los barrios obreros de las cercanías de Buenos Aires y desde entonces se ha emitido con base en varias vecindades, rotando los lugares de transmisión. Hasta ahora, las transmisiones se han planeado según fechas o actividades especiales. Estas estaciones de televisión comunitaria han tenido emisiones irregulares principalmente debido a la falta de coordinación en la producción, la falta de entrenamiento, y el tiempo considerable dirigido a luchar por las reformas a la ley de emisión de radio.

Capacitación en destrezas y participación popular

La tecnología de la televisión pirata es relativamente simple, comparable a la radio pirata. Pero al contrario de la radio, la televisión exige un alto nivel de calidad de producción para atraer la atención de espectadores. Aspectos de la realización y edición de documentales fílmicos se necesitan incorporar en la producción. Aprender cómo contar una historia mediante audio e imágenes de video es el desafío más grande para los realizadores comunitarios.

Las cámaras digitales baratas y una generación incipiente de activistas diestros en los medios han resultado en un auge del activismo de video. Cuando Argentina hizo frente a su peor crisis económica de todos los tiempos en el 2001, una nueva generación de activistas de video se lanzó a las calles para filmar los movimientos que florecieron a raíz de las sublevaciones de diciembre. Sin embargo, muchos cineastas solamente se interesaron en los sucesos espectaculares en vez de en la lucha cotidiana de organizaciones de trabajadores desempleados, la toma de terrenos para vivienda, las organizaciones sindicales y las empresas recuperadas. Muchas de estas organizaciones se han dado cuenta de que tienen una necesidad urgente de contar sus propias historias, según sus propias visiones y con sus propias imágenes.

El Grupo Alavío ha enfocado sus esfuerzos en los trabajadores y participantes de movimientos sociales, en vez de en los estudiantes de cine. Alavío ha llevado a cabo talleres de video por muchos años en diferentes barrios y organizaciones diversas. El objetivo de estos talleres es crear colectivos de video dentro de los movimientos sociales, para que tengan la autonomía de narrar sus propias historias. Hacer cine no es una ciencia oculta. Generalmente si un trabajador tiene una idea clara de lo que quisiera decir, no va a significar un reto mayor aprender cómo utilizar una cámara para contar esa historia. En el 2006, Alavío sostuvo una serie de talleres en el Hotel BAUEN cooperativa de trabajo, con los trabajadores del hotel, representantes de organizaciones trabajadores desempleados, y de trabajadores participando en conflictos sindicales. El entrenamiento fue un éxito y varios participantes han comenzado a producir videos autónomamente. Dicho sea de paso, ellos no son simplemente cineastas observando los movimientos, sino participantes activos que usan la cámara como harían con cualquier otra herramienta política y de organización.

Los trabajadores de la planta de cerámica de Zanón en Neuquén, en la provincia de la Patagonia, se han esforzado grandemente en lanzar un programa de video de modo que los trabajadores puedan filmar y editar sus propias historias sin tener que fiarse de gente de afuera para producir documentales. El Grupo Alavío ha ayudado a facilitar periódicamente un taller de video en la planta. Varios trabajadores han producido programas comerciales cortos para una estación local de TV para promover los conciertos de rock que la planta celebra regularmente. Los trabajadores de la planta filmaron la función de Rata Blanca en un concierto masivo en el almacén de la planta, al cual acudieron más de 15.000 personas. La asamblea de trabajadores votó a favor de copiar más de 500 DVDs del vídeo del concierto de más dos horas de Rata Blanca a distribuirse entre trabajadores y dentro de la comunidad. Este vídeo, y otras producciones de la comisión de prensa de la fábrica de cerámica Zanón, se encuentran en Ágora TV. Actualmente, el Grupo Alavío está realizando una serie de talleres de vídeo y foto para estos trabajadores en el Hotel BAUEN.

Ágora TV ha compilado una lista extensa de materiales para guiar a productores futuros de video en la realización de cine, la operación de la cámara, el sonido, edición, montaje, y la exhibición. Todos estos materiales están disponibles en línea en español.


Estrategias y táctica eficaces

  • Entrenamiento de destrezas para organizadores de base en cómo desarrollar sus propias producciones de medios y video.
  • Los medios a nivel de base autodirigidos y autofinanciados ayudan a prevenir la imposición de cualquier "condición" de contenido, producción y exhibición.
  • Desarrollar circuitos alternativos para la exhibición de video en los lugares donde los activistas de base trabajan, viven y organizan.
  • Proyecciones de video para generar debate crítico y reflexiones sobre las prácticas, los logros y los desafíos de los movimientos sociales.
  • Lograr que las tecnologías y destrezas estén accesibles y disponibles para los trabajadores y los pobres mediante la democratización de la producción audiovisual.
  • Crear espectadores críticos y un círculo de retroalimentación con los miembros del público.
  • Desarrollo de una red de estaciones de televisión comunitaria a través de América latina—Catia TVe y de Teletambores en Venezuela, y Canal 3 La Victoria en Chile—para compartir destrezas, materiales de entrenamiento y producciones.

Estética y contenido

La consideración estética es otra prioridad para Alavío. La búsqueda de la estética es un proceso de aprendizaje interminable, exigiendo creatividad y experimentación. Alavío está experimentando constantemente con técnicas cinematográficas para hallar maneras únicas de contar una historia. La obra se critica a veces por tener una narrativa lineal o tener urgencia, lo cual a menudo es un resultado de producir una película debido a una necesidad abrumadora. En las escuelas de cinematografía, les enseñan a los estudiantes a hacer cine con forma de producción análoga a la industrial: nunca presentar un vídeo hasta que esté acabado—lo cual a veces toma años—y después estrenarlo en un teatro comercial. Alavío ha encontrado que las exhibiciones públicas de sus películas en los barrios de clase obrera, en terrenos ocupados, en los espacios de organización sindical, o en fábricas recuperadas han enriquecido el contenido y el alcance estético de las películas. Junto con los protagonistas, los cineastas se enteran sobre qué se debe cambiar o mejorar. El producto final no termina con la edición final, continúa con la distribución y la exhibición.

El Grupo Alavío promueve la autogestión de los medios de comunicación comunitarios, lo cual significa que los miembros de la comunidad toman suspropias decisiones con respecto a la planificación y producción de los medios. Los medios principales se financian mediante los anuncios pagados y el tiempo de emisión. Vender tiempo en el aire como mercancía regular impone límites sobre la libertad de expresión, el contenido y las decisiones editoriales.

Ésta es la razón principal por la cual Alavío promueve proyectos autofinanciados de medios. Tal como las organizaciones de trabajadores, los medios pueden también ser autodirigidos y autofinanciados. El trabajo y activismo voluntario es la clave. Por más de 15 años, Alavío ha producido más de 100 documentales sin financiamiento de las fundaciones privadas, instituciones gubernamentales, u organizaciones sin fines de lucro. El grupo financia las producciones y a Ágora TV mediante donaciones de activistas y con la venta de videos en una escala variable. Un porcentaje del trabajo pagado del alquiler del equipo del colectivo se reinvierte en el fondo colectivo del grupo, el cual se utiliza para comprar casetes y otros costos de operación. La idea es generar apoyo genuino que no ponga condiciones en ningún aspecto de la producción y exhibición.

Enlaces locales-globales y límites del Internet

El Internet tiene un alcance limitado debido al acceso desigual. Muchos de los sectores que se beneficiarían más de los proyectos comunitarios tienen el menor acceso a la tecnología y a los recursos. Alavío está al tanto de esta limitación y continúa desarrollando circuitos alternativos de distribución para sus videos. Aunque Ágora TV está difundiéndose actualmente por el Internet, el proyecto a largo plazo es construir una estación a nivel de toda la ciudad con el apoyo de las empresas recuperadas de Argentina, de las organizaciones sindicales independientes, y de las organizaciones de los trabajadores desempleados.

El sitio web de Ágora TV se está transformando en una herramienta importante para el desarrollo de coaliciones y solidaridad mutua. El Grupo Alavío abrió un despacho dentro del Hotel BAUEN en el 2007, lo cual ha permitido que la gestión del grupo crezca exponencialmente y se convierta en parte de una lucha compartida mayor, de forma institucionalizada. A nivel local y global, Ágora TV se ha convertido en un catalizador para que otros grupos produzcan documentales cortos sabiendo que cuentan con un espacio viable para exhibir su trabajo.

Casi todos los días, los representantes de grupos de derechos humanos, de organizaciones de trabajadores desempleados, de luchas por los derechos ambientales, de organizadores sindicales independientes, y de trabajadores de empresas recuperadas pasan por la oficina para solicitar copias de DVDs disponibles para proyectar durante ponencias públicas o reuniones pequeñas. En una serie de casos, por ejemplo, los profesores que ven un vídeo por Ágora TV solicitan copias para utilizarlas en la sala de clase. Un amplio circuito de distribución secundaria ha crecido a raíz del sitio web.

Lo más emocionante son los enlaces globales que ha creado Ágora TV. Los videos de todas partes de América Latina han diluviado sobre Ágora TV. Los grupos a través de América Latina envían enlaces a sus videos en línea para emitirlos en Ágora TV. Hubo éxtasis en el grupo cuando la Asamblea Popular de Oaxaca los contactó para preguntar si podrían emitir videos en Ágora TV, en vez de fiarse del sitio comercial YouTube. Con frecuencia los videos se envían poco después de completarse, al igual que ocurre con Guarapito Films, un colectivo ecuatoriano que ha documentado el impacto bárbaro de la extracción de petróleo de Repsol-YPF en las comunidades indígenas. El sitio web ofrece una sección inglesa y portuguesa, con videos subtitulados.

Otra iniciativa internacional ha sido el entrenamiento y la consulta de grupos en Uruguay y Chile que desean lanzar estaciones de televisión comunitaria o colectivos de video. El Grupo Alavío ha hecho grandes esfuerzos para desarrollar relaciones con otras estaciones latinoamericanas de televisión comunitaria como Catia TVe en Venezuela y Canal 3 La Victoria en Santiago, Chile. Catia TVe les proporciona a miembros de la comunidad herramientas para realizar sus propias producciones y así verse reflejados en sus programas. En Venezuela, muchos proyectos de medios comunitarios han brotado del terreno fértil de la participación comunitaria y del apoyo legal.

Como respuesta a la información falsa de los medios masivos de comunicación, los ciudadanos han creado redes alternativas de medios que desempeñan un papel fundamental en la América latina de hoy. Juntas, estas estaciones de televisión comunitaria podrían transformar el panorama de los medios a través de las Américas. Este espacio redefinido para los medios independientes tiene tres funciones vitales: diseminar información alternativa, proporcionar un espacio para la voz popular, y construir comunidad. Ágora TV forma parte de una red de estaciones de televisión comunitaria rompiendo con las normas de los medios comerciales para crear una nueva representación de la clase obrera. Alavío utiliza la cámara de vídeo como una herramienta política, poniéndola en manos de la clase obrera, quienes son los protagonistas, reflejando sus propios puntos de vista y usando el vídeo para avanzar sus campañas.

Marie Trigona forma parte del Grupo Alavío y escribe regularmente para el Programa de IRC Américas (en línea en www.americas.irc-online.org). Se puede poner en contacto con ella en mtrigona@msn.com. Traducido del inglés por Annette Ramos.

Recursos

Ágora TV
Callao 360, Buenos Aires
4373-9009 # 212
www.agoratv.org
agoratv@gmail.com

Grupo Alavío
www.alavio.org
alaviocine@yahoo.com.ar

FaSinPat-Zanon
Neuquén
www.obrerosdezanon.org
prensaobrerosdezanon@neunet.com.ar

La Conjura TV
Rosario, Santa Fe
laconjutatv@laconjuratv.com.ar
http://www.laconjuratv.com.ar/spip.php?rubrique1

Red Nacional de Medios Alternativos
rnmaregbaires@yahoo.com.ar

CatiaTVe
www.catiatv.org
catiatv@gmail.com

Señal 3 la Victoria
canal3lavictoria@gmail.com
http://www.canal3lavictoria.cl/


http://upsidedownworld.org/main/content/view/770/1/

Nuestros Medios

La importancia creciente de los medios de información (o desinformación) en la política, en la economía y en la cultura mundial es indudable. La concentración de medios de difusión en manos privadas es cada vez mayor. Las comunidades marginadas, sin embargo, se organizan en todo el mundo para establecer su derecho a la comunicación. La red Nuestros Medios / Our Media, fundada al comenzar este siglo, reúne a activistas y académicos de la comunicación de todas las regiones, dispuestos a promover el derecho a la comunicación. Su sexto congreso tuvo lugar a mediados de abril en Sydney, Australia.

Han pasado 26 años desde el informe MacBride de la UNESCO, “Un solo mundo, muchas voces”, en el que se destacaban los grandes desequilibrios en los flujos de información en el mundo, y en la tenencia y el acceso a los medios de difusión masiva. La situación en muchos sentidos está peor ahora. La concentración de los grandes medios en pocas manos es mayor, y las implicaciones que esto tiene en el manejo de la política global son determinantes, según los han denunciado muchos, entre ellos Ignacio Ramonet, el director de Le Monde Diplomatique, cuando proclama la necesidad de un “quinto poder”, el de los medios independientes, ya que el llamado “cuarto poder” está corrupto por sus alianzas con el dinero y la política.

Paralelamente se desarrollan en el todo el mundo iniciativas de las comunidades, de los grupos de mujeres, de jóvenes, de campesinos, de pobladores marginales, para hacer valer su derecho a la comunicación a través de medios alternativos y participativos. En esa filosofía de una comunicación para el desarrollo y para el cambio social se inscriben miles de radios comunitarias, grupos de teatro y música popular, y otras acciones que contribuyen a fortalecer las organizaciones sociales.

La red Nuestros Medios / Our Media, se ocupa de hacer el seguimiento de todos estos aspectos, y en particular de apoyar las iniciativas que tienden a romper el manejo monopólico de los medios. La red se ha reunido ya seis veces desde el año 2000: la primera en Washington, la segunda en Barcelona, la tercera en Barranquilla, la cuarta en Porto Alegre, la quinta en Bangalore y la sexta en Sydney, hace pocas semanas.

El congreso en Sydney tuvo características innovadoras con relación a las reuniones anteriores. Por primera vez, se organizó en Oceanía con la participación de muchos académicos y activistas de Australia y de Asia. Por primera vez duró cinco días, incluyendo una visita de campo a ICE, una institución que trabaja con grupos de jóvenes inmigrantes. También fue la primera vez que en vista del alto número de ponencias presentadas (cerca de 180), se organizaron paneles de discusión y talleres, además de las sesiones plenarias. Por primera vez se imprimió un programa completo (92 páginas) con todos los resúmenes de las ponencias. El número de países representados en el congreso se elevó a 33, con cerca de 600 participantes inscritos.

Finalmente, el congreso emitió una documento titulado “Carta desde Sydney”, redactado de manera colectiva, que posiciona a la red Our Media / Nuestros Medios de cara a los desafíos actuales de la comunicación mundial. El único antecedente había sido una breve declaración que se hizo al concluir la reunión anterior en Bangalore. El documento de Sydney hace énfasis en varios temas: el fortalecimiento de los conceptos de comunidad, identidad alianzas; la participación en políticas y procesos de gobernabilidad; las diferencias de género, diversidad y diferentes visiones del mundo; el poder del arte y de la expresión estética; el derecho a ser comprendidos; lo alternativo y lo dominante; sostenibilidad, control y apropiación comunitaria; medición de resultados y evaluación participativa, entre otros. También analiza brevemente la problemática vista desde las diferentes regiones del mundo.

En una de sus partes señala:

La red OURMedia/NuestrosMedios se ha convertido en un importante foro para el diálogo sobre los problemas que afectan a la comunicación y a los medios participativos, comunitarios, alternativos y ciudadanos, alrededor del mundo. Un desafío central ha sido lograr el reconocimiento y legitimidad de los medios comunitarios y de la comunicación popular en los procesos de cambio social, político y cultural. La red ha sido un eje para afirmar el valioso aporte de ese trabajo, pues ha permitido la colaboración, el intercambio y la investigación sobre muchos temas, incluyendo la libertad de expresión, el derecho a la comunicación, y el acceso más justo a los medios y recursos de comunicación alrededor del mundo, para el bienestar general.

Los participantes en OURMedia/NuestrosMedios 6 renovaron su compromiso de apoyar las innumerables luchas que en el mundo buscan establecer, fortalecer y ampliar las voces de quienes han sido silenciados y marginados. Estas luchas ocurren en todos los niveles de la sociedad, tanto en las iniciativas de comunicación de base, como en los esfuerzos para la promover en los niveles locales, nacionales y transnacionales, la formulación de políticas públicas y la legislación. La construcción y el fortalecimiento de alianzas y lazos con otros sectores y movimientos ha sido, y seguirá siendo, un aspecto esencial de la estrategia de NuestrosMedios.

¿Por qué es importante la red Nuestro Medios / Our Media? Esta es una red que trata de acortar la distancia que existe entre el mundo académico y la práctica social de la comunicación. Es sabido que los estudios llamados de “comunicación social” en la mayoría de las universidades del mundo, son en realidad estudios de periodismo, publicidad, o relaciones públicas, que ignoran las necesidades que tienen los pueblos en materia de comunicación para el desarrollo y cambio social. La red Our Media / Nuestros Medios, contribuye a crear una nueva conciencia de que la comunicación no son los medios e instrumentos (radio, televisión, diarios, publicidad, etc.) sino los procesos que involucran a los individuos y a las comunidades en acciones colectivas que los fortalecen y fortalecen sus voces y sus medios para expresarse.


http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2007061301

Mexico: Las radios comunitarias, desprotegidas: AMARC

La Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), sección México, lamentó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dejara ''desprotegidos'' a dichos medios de comunicación tras su fallo sobre la llamada ley Televisa, y permitiera que continúen ''privadas'' de procedimientos legales para ''realizar actividades económicas sin fines de lucro, con el único objetivo de tener los recursos necesarios para mantener al aire sus estaciones de radio''.

La asociación llamó al Poder Legislativo a subsanar estas ''omisiones'' y permitirles la ''existencia digna en México'', sobre todo por el impacto que representará el nuevo proceso de convergencia tecnológica. No obstante, celebró que los magistrados declararan la inconstitucionalidad sobre otros artículos de las leyes federales de Radio y Televisión y de Telecomunicaciones.

Esa acción, insistió, ''se apegó en muchos de sus puntos a los estándares más altos en materia de libertad de expresión y derecho a la información''. Resaltó que, con su resolución, el máximo órgano de justicia ''estableció criterios sin precedentes, de fundamental importancia para el avance democrático del país, como la necesidad de ponderar la función social de los medios de comunicación y privilegiar la pluralidad en la asignación de frecuencias radioeléctricas''.

Además, apuntó, contribuyó a la ''democratización de los medios electrónicos'', al declarar inconstitucional el ''trato diferenciado sin justificación'', para los concesionarios que ya cuentan con la licencia para operar una frecuencia de cara al proceso de convergencia tecnológica, y la necesidad de que paguen una contraprestación al Estado mexicano para ampliar servicios de telecomunicaciones''.

Sin embargo, AMARC-México ''ve con preocupación que otros puntos que hubieran podido dar mayores garantías de pluralidad informativa y las condiciones necesarias para la subsistencia digna de medios con fines sociales, como las radios comunitarias, no fueron votados con la mayoría calificada para conseguir la inconstitucionalidad''.

http://www.jornada.unam.mx/2007/06/08/index.php?section=politica&article=006n1pol



BRASIL : Pueblos indígenas deciden luchar por nueva ley de radiodifusión

Representantes de pueblos y entidades indígenas, reunidos en el Taller de Audio para los Pueblos Indígenas, decidieron luchar por una nueva ley de radiodifusión comunitaria que respete sus características. El evento fue realizado entre los días 3 y 6 de junio, en la aldea Caramuru del pueblo Pataxó Hã-Hã-Hãe, al sur de Bahía. Según el documento final del encuentro, la interacción de la comunidad con los diversos medios de comunicación se vuelve cada vez más importante para el fortalecimiento de la lucha por la tierra, educación, salud y esparcimiento. "Sentimos la necesidad de calificarnos y conocer mejor estos diversos medios para utilizarlos de manera que traiga beneficios a nuestros pueblos", agrega el documento.

Entre los diferentes asuntos abordados en el Taller, se encontraba la Ley 9612/98, que trata sobre la radiodifusión comunitaria en Brasil. De acuerdo con el documento, "esta Ley es perjudicial para las comunidades indígenas, pues no respeta nuestros derechos constitucionales, no tiene en cuenta nuestras formas tradicionales de organización, imponiéndonos una integración forzada en la Sociedad Nacional".

"Toda su concepción apunta a atender a las poblaciones urbanas y no tiene en cuenta a las comunidades tradicionales. Su proceso de legalización es altamente burocrático y no contempla los intereses de las comunidades indígenas", afirma el documento. Los pueblos y las entidades pretenden reivindicar la creación de una ley específica de radiodifusión que respete sus derechos constitucionales, confiriendo mayor importancia a sus organizaciones sociales y necesidades. Además, quieren la inmediata aprobación del Estatuto de los Pueblos Indígenas propuesto por las comunidades indígenas.

Para fortalecer la lucha, está prevista una articulación con otras comunidades tradicionales y movimientos (Quilombolas, MST, MAB) para garantizar sistemas de comunicación viables y que respeten las especificidades de las comunidades. El encuentro también sirvió para la definición de una agenda. Está previsto un seminario sobre comunicación en áreas indígenas a ser realizado en el área de actuación de la APOINME, en el cual se pueda discutir y viabilizar diversas formas para garantizar una comunicación que atienda las demandas de los pueblos indígenas. Ellos también pretenden reunirse con representantes del Gobierno Federal (Ministerio de las Comunicaciones, Funasa, Ministerio de Cultura), APOINME, COAIB, Red Indios on-line, Cimi, para discutir y presentar las reivindicaciones de los Pueblos Indígenas en relación con el sistema de comunicación.

El movimiento de los pueblos indígenas se muestra solidario con la cuestión de las radios comunitarias. "Creemos que para avanzar en esta lucha y enfrentarnos a estos nuevos desafíos presentados a nuestras comunidades es necesario unir fuerzas no sólo entre nosotros, los pueblos indígenas, sino también con otros oprimidos por los medios de comunicación dominantes. Nos solidarizamos con el movimiento de radios comunitarias en la necesidad de una completa revisión de la legislación sobre comunicación comunitaria, que hoy dificulta la existencia de medios de difusión comunitarios en el país", finaliza el documento.

Los pueblos indígenas que estuvieron presentes en el evento fueron: Truká, Pankararu y Xukuru de Ororubá (Pernambuco), Potiguara (Paraíba), Pataxó Hã-Hã-Hãe y Pataxó (Bahia), además de las entidades: Articulación de los Pueblos Indígenas del Nordeste, Minas Gerais y Espírito Santo (Apoinme), Consejo Indigenista Misionero (Cimi), Radio Netherlands.


Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=28008